México enfrenta mañana la elección más grande de su historia, en la que se elegirán 21.383 cargos, entre los que destacan 15 gobernaciones y los 500 miembros que conforman la Cámara de Diputados, que son las que reflejarán la performance nacional del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y las herramientas con las que contará para gestionar la segunda mitad de su sexenio.
De acuerdo al padrón confeccionado por la Instituto Nacional Electoral (INE), unos 94.800.000 personas están habilitadas para votar en todo el país y elegir: todos los legisladores federales, gobernadores para 15 de los 32 estados del país, 1.926 ayuntamientos (una autoridad menor a una intendencia) y juntas municipales, 30 congresos locales (1.063 diputaciones) y 30 entidades.
En las elecciones federales se elegirá la totalidad de la Cámara de Diputados, que se renueva cada tres años. De esas 500 bancas, 300 se adjudican por mayoría directa y 200 por un sistema de representación proporcional, una combinación que permite que un presidente pueda contar con un respaldo parlamentario aún mayor que los votos que obtuvo para la primera magistratura.
Es el caso del actual presidente, AMLO, como lo identifican los mexicanos, concentra 338 diputados federales, de los cuales 320 son parte de la coalición con la que llegó al Gobierno, Juntos Haremos Historia, formada por su Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), los partidos Del Trabajo, Encuentro Social, Verde y cinco independientes.
Esta mayoría calificada es vital para que el Gobierno de López Obrador avance en su promocionada Cuarta Trasformación, que implica cambios estructurales que alimentaron la grieta política que revitalizó a los desprestigiados partidos tradicionales, los centroderechistas Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Partido Acción Nacional (PAN) y, en menor medida, el centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD).
La decisión de AMLO de llamar Cuarta Transformación a su plan de Gobierno (las otras transformaciones son la guerra de la independencia; la guerra de la reforma, del Estado colonial al Estado nacional, y la Revolución Mexicana, que terminó con la dictadura de Porfirio Díaz y habilitó el marco institucional que todavía rige) cosechó el rechazo de los partidos tradicionales.
Sobre todo cuando usó su coyuntural mayoría calificada en el Congreso para aprobar ocho reformas a la Constitución y 59 modificaciones de leyes, códigos y reglamentos.
Destacan entre las reformas a la Carta Magna la extinción de dominio, para utilizar los recursos incautados a la delincuencia organizada, que es un poder que atraviesa a las estructuras institucionales y políticas; la prisión preventiva oficiosa; la creación de la Guardia Nacional; la nueva reforma educativa; paridad de género en cargos públicos; el acotamiento del fuero del presidente de la República; el reconocimientos constitucional a los pueblos afroamericanos y la ley que establece el carácter vinculante de la consulta popular y la revocatoria de mandato, que se habilita al cuarto año de los casi seis que dura el mandato presidencial.
De las 15 gobernaturas que se renovarán, ocho están en manos del PRI, cuatro son del PAN, dos de Morena, una del PRD y la restante es independiente.
En el país hay una suerte de línea imaginaria que divide al norte industrializado y con mayor oposición al Gobierno de AMLO, del sur, con más desigualdad y más pobreza, que es el margen de la grieta donde se hace fuerte el líder de Morena.
El nuevo mapa político de México se definirá con el voto de casi 95 millones de personas, cinco millones más que en 2018.
Para recepcionarlos, se instalarán 161.000 puestos de votación, 4.000 más que en la elección presidencial, lo que hará necesario contar con 50.000 supervisores y capacitadores estatales, estimó el INE.
Por otra parte, habrá diez estados en los que será posible votar electrónicamente desde el extranjero: Baja California Sur, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Querétaro, San Luis Potosí, Zacatecas y Jalisco, donde se elige a un diputado migrante.
Los resultados vendrán en tres etapas.
El Programa de Resultados Preliminares se activará el mismo domingo de la elección y los conteos rápidos comenzarán al día siguiente, el lunes 7. Los resultados oficiales definitivos se difundirán recién el 23 de agosto, cuando se nombrarán a los candidatos elegidos para cada cargo.