La Copa América será en Brasil. Tras superar el último obstáculo para su aprobación en ese país, luego de que el máximo tribunal de justicia rechazara los recursos que pedían la suspensión del torneo por la pandemia del covid-19.
A pesar de que el coronavirus ha dejado un saldo de 480, 000 personas muertas en ese país, al menos 10 de los 11 magistrados del máximo tribunal brasileño, votaron a favor de autorizar el campeonato regional de selecciones, que empezará el domingo con el choque entre la ‘Seleçao’ y Venezuela en el estadio Mané Garrincha de Brasilia.
Los magistrados se reunieron en sesión extraordonaria para votar de forma remota los pedidos del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), la Confederación Nacional de Trabajadores Metalúrgicos y del Partido Socialista Brasileño de suspender el torneo.
En sus acciones judiciales, los demandantes alegaron razones sanitarias para impedir la celebración del torneo de selecciones más antiguo del mundo, cuya más reciente edición, en 2019, también fue realizada en Brasil, con triunfo de la ‘Canarinha’.
La aprobación de la Corte Suprema era el último obstáculo para que Brasil sea sede del torneo, luego de que compitió con Argentina y Colombia. Una de las juezas que rechazó los pedidos de suspensión sostuvo que cabe a las autoridades de los estados que acogerán los partidos “definir, hacer cumplir y controlar los protocolos para que no se tenga una ‘copavirus’, fuente de nuevas infecciones y transmisión de nuevas cepas”.
Al menos dos magistrados pidieron que el gobierno presente, 24 horas antes del inicio del torneo de selecciones más antiguo del mundo, un plan detallado de acciones preventivas, aunque esto será confirmado solo al final de la votación. El presidente ultraderechista Jair Bolsonaro, uno de los líderes más cuestionados por su gestión de la pandemia, aceptó acoger a las prisas el campeonato tras las salidas semanas atrás de Argentina, por el agravamiento de la situación sanitaria, y antes de Colombia, en medio protestas antigubernamentales que dejan decenas de muertos.
“Esperamos que sea 11-0, vamos masacrar a Venezuela el próximo domingo” en la apertura del torneo en Brasilia, declaró el mandatario en su conexión semanal por Facebook, sin desvelar si asistirá al encuentro en caso de que la Conmebol le invite.
La edición 47 de la Copa América, disputada por primera vez en 1916, había encarado resistencias de los principales protagonistas: futbolistas y entrenadores.
Epidemiólogos y otros expertos sanitarios aseguran que el país, el segundo con más muertos en el mundo por el coronavirus, enfrenta actualmente un nuevo recrudecimiento de la pandemia, con aumento de casos, y que la celebración de la Copa América que incluye a diez naciones podría empeorar la situación. Sin embargo, el ministro de Salud de Brasil, Marcelo Queiroga, asegura que el torneo se realizará bajo un “ambiente controlado”, con pruebas periódicas a los futbolistas y protocolos sanitarios especiales.