Tras continuar con la búsqueda de los 159 desaparecidos que dejó el derrumbe parcial de un edificio en Florida, se informó que desde 2018 se reportó que el inmueble tenía “daños estructurales importantes”. Entre las marañas de vigas y metal, montones de escombros, olores a goma y plástico carbonizados, bomberos, unidades caninas y grúas buscan debajo de las ruinas de las Torres Champlain que se derrumbó el jueves pasado.
Al menos cuatro personas murieron después de que el edificio de 12 plantas, situado frente al mar en Surfside, cerca de Miami Beach, se derrumbara mientras los residentes dormían en su interior en la madrugada del jueves. Del total de desaparecidos, casi un tercio son extranjeros. Nueve argentinos, tres uruguayos, seis paraguayos -entre los que se encuentra la hermana de la primera dama de Paraguay- y al menos cuatro canadienses, según las autoridades.
La alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, dijo que mantienen la ‘esperanza’ de buscar sobrevivientes. “Es nuestra prioridad y nuestros equipos no han detenido”, dijo en rueda de prensa. Sin embargo, algunos familiares de las víctimas critican las operaciones de rescate y comienzan a perder las esperanzas.
Las operaciones de rescate son particularmente difíciles debido a un incendio en el sitio que los bomberos tratan de controlar. Los rescatistas, que oyen ruidos que emanan de los escombros pero no están seguros de que sean humanos, hicieron un túnel bajo el aparcamiento inundado del edificio para intentar llegar a posibles supervivientes.
Cerca del lugar de la catástrofe, se alzó un monumento con velas, flores y unas 40 fotos de los desaparecidos. Las interrogantes sobre las causas del derrumbe se han multiplicado en los últimos días y la investigación probablemente durará meses. Sin embargo, un informe de 2018 sobre el estado del edificio dio cuenta de “daños estructurales importantes” y “grietas” en el sótano, según documentos publicados la noche del viernes por la ciudad de Surfside, donde se produjo la tragedia.
“La impermeabilización bajo el borde de la piscina y la vía de acceso para vehículos (…) superó su vida útil y por lo tanto debe ser removida y reemplazada por completo”, señaló en el informe el experto Frank Morabito, titular de Morabito Consultores. “La impermeabilización defectuosa provoca un daño estructural importante a la losa de concreto estructural debajo de estas áreas”, agregó el documento.
“Si no se reemplaza la impermeabilización en el futuro cercano, el grado de deterioro del concreto se expandirá exponencialmente”, señala el estudio, que no menciona el riesgo de derrumbe aunque insta a realizar reparaciones para mantener la “integridad estructural”.
Hasta ahora, la atención se había centrado especialmente en un informe de 2020 que revelaba que el edificio había sufrido un hundimiento a un ritmo de unos 2 milímetros por año entre 1993 y 1999.
Publicado en cooperación con Newsweek/ Published in collaboration with Newsweek