Varios atletas han dado positivo a covid-19 al llegar a Japón para los Juegos Olímpicos de Tokio, que están programados para inaugurarse el 23 de julio. Ayer, dos miembros de la selección ugandesa dieron positivo a la variante Delta, lo que obligó a toda la selección y siete funcionarios y choferes locales que tuvieron contacto cercano con ellos a autoaislarse.
Un atleta de Serbia también dio positivo el sábado, por lo que canceló el entrenamiento de la selección en la ciudad de Nanto. El gobierno japonés confirmó que otras cuatro personas que llegaron a los Juegos Olímpicos dieron positivo después de entrar en el país previamente este año, según Associated Press.
“Entrará más gente… Debemos usar esto como una lección para que no se repitan problemas similares en otras partes de Japón”, dijo Hirofumi Yoshimura, gobernador de Osaka, en una reunión reciente con el gobierno regional para adoptar una solicitud de controles fronterizos más estrictos. Con solo 13.8 por ciento de la población totalmente vacunada, los expertos temen que las infecciones aumenten, colmen los sistemas locales de atención médica y provoquen que los hospitales se saturen. T
okio confirmó 342 casos nuevos el lunes, el 16° día consecutivo en aumento. El sábado, la capital reportó 716 casos, la cifra más alta en cinco semanas. En una reunión de asesores gubernamentales, los expertos advirtieron sobre la posibilidad de que las infecciones se disparen durante los juegos y predicen cantidades diarias de casos que excedan las 1,000 personas.
NO TENER ESPECTADORES, UNA POSIBILIDAD
“Debemos mantenernos en alerta alta”, dijo el primer ministro Yoshihide Suga a los reporteros el 1 de julio. Al señalar el aumento en la cantidad de casos, comentó que “no tener espectadores es una posibilidad”. Seiko Hashimoto, presidenta del comité organizador de Toki, estuvo de acuerdo.
“No es que estemos determinados a tener espectadores sin importar la situación”, dijo Hashimoto el viernes. Se espera que los organizadores, el Comité Olímpico Internacional y otras autoridades se reúnan esta semana para anunciar nuevas restricciones a causa de la situación rápidamente cambiante del coronavirus. Ryuji Wakita, director general del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas y presidente de la junta de asesoría gubernamental sobre el covid-19, instó a tener controles fronterizos más estrictos para detectar y aislar a quienes llegan a los aeropuertos para prevenir que las infecciones se propaguen de Tokio a los suburbios.
Según las guías revisadas de las medidas de salud enviadas a 530 municipalidades que albergarán entrenamientos olímpicos, los funcionarios aeroportuarios aislarán a todo un grupo si algún miembro da positivo, y se quedarán en instalaciones designadas hasta que la villa de los atletas se abra, el 12 de julio.
Las ciudades anfitrionas pueden solicitar que los huéspedes dejen de entrenar y se aíslen hasta que se aclare el rastreo de contactos y se hagan las pruebas de virus. Decenas de municipalidades en Japón han cancelado sus acuerdos de alojamiento a causa de las preocupaciones por el virus, y muchas de ellas decidieron usar esas instalaciones como sitios de vacunación.
En Tokio, las infecciones se propagan entre los jóvenes y adultos de edad mediana que están en gran medida sin vacunar. Los casos más serios que requieren hospitalización están remplazando gradualmente a los viejos, 26 por ciento de los cuales ahora están completamente vacunados, según los expertos.
El índice de vacunación completa en Japón de 13.8 por ciento está un poco arriba del promedio mundial de 11.3 por ciento, pero es bajo en comparación con el 47.4 por ciento de Estados Unidos y el 49.5 por ciento del Reino Unido, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos y Nuestro Mundo en Datos.
A las preocupaciones se le suma la incertidumbre por la campaña de vacunación en Japón. Las inoculaciones en el lugar de trabajo comenzaron a mediados de junio, y miles de compañías solicitaron vacunar a sus empleados.
Pero el gobierno luego dejó de aceptar indefinidamente las solicitudes para lugares de trabajo y sitios de vacunación a gran escala a causa de la escasez de reservas de vacunas. “El progreso excedió nuestras expectativas”, comentó Taro Kono, ministro de vacunaciones, quien agregó que las inyecciones diarias posiblemente habían alcanzado los 1.2 millones o más. Dijo que Japón recibirá solo una tercera parte de la provisión de la vacuna de Pfizer/BioNTech que esperaba recibir para finales de julio.
“La confusión se propaga por todo Japón” a causa de este retraso, comentó Kamon Iizumi, gobernador de Tokushima y quien también preside la Asociación Nacional de Gobernadores.
FALTAN MILLONES DE VACUNAS
Un centro de vacunación en Kagawa tuvo que suspender las inyecciones para 30,000 personas, y se pusieron en pausa los planes para 6,500 compañías en Gifu, en el centro de Japón. Otras áreas, que incluyen Osaka, Kobe y partes de Tokio, también fueron obligadas a suspender las vacunaciones planeadas para esta semana.
“Vaya decepción”, dijo Yukio Takano, presidente del distrito Toshima de Tokio. “Hemos trabajado tan duro para acelerar las aplicaciones y ahora tenemos que ponerles freno… ¿Para qué la prisa?”
Japón empezó a vacunar a los trabajadores médicos a mediados de febrero y a los viejos a mediados de abril. A pesar de los retrasos iniciales a causa de las reservaciones equivocadas y la escasez, el ritmo se aceleró a mediados de mayo cuando las importaciones de vacunas se estabilizaron y se aseguró el personal para cumplir un objetivo primario de vacunar completamente a todos los 36 millones de viejos para finales de julio.
Suga estableció centros de vacunación masivos, administrados por los militares, a finales de mayo, y añadió locales en lugares de trabajo y campus universitarios para acelerar el progreso.
El 21 de junio, Japón relajó su tercer estado de emergencia con medidas menos estrictas que se enfocaban en menos horas de servicio en bares y restaurantes en Tokio y otras áreas metropolitanas hasta el 11 de julio.
Sin embargo, los expertos sugieren que un resurgimiento podría requerir otra declaración de emergencia durante los Juegos Olímpicos. De ser así, los organizadores tal vez tengan que reconsiderar su límite actual de 10,000 personas o 50 por ciento de la capacidad en los locales, tal vez incluso prohibir todos los espectadores. Kengo Sakurada, presidente de Sompo Holdings y presidente de un influyente grupo cabildero comercial, dijo el 30 de junio que el índice actual de vacunación no es suficiente para celebrar unos Juegos Olímpicos seguros.
Añadió que apoya el no tener espectadores en los eventos porque el daño de un brote peor sería mucho mayor. “Yo tomaría la opción más segura”, comentó.
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek
Publicado por: Lauren Giella / Newsweek Internacional