Los contagios de covid-19 en Estados Unidos por la variante Delta del virus ha llevado a más funcionarios y legisladores republicanos a seguir promoviendo la vacunación, pues las tasas de hospitalizaciones y fallecimientos por coronavirus están aumentando en todo el país.
La mayoría de las nuevas víctimas mortales y de los casos graves corresponden a personas no vacunadas.
Durante meses, sectores conservadores del partido republicano habían mostrado desconfianza por lo que calificaban como una pérdida de libertad con las medidas sanitarias como el uso de máscaras, el distanciamiento social o los confinamientos.
Incluso han protestado contra la vacunación en New Hampshire, California y otros lugares, pese a que el propio ex presidente republicano Donald Trump se atribuye el mérito de haber iniciado la titánica operación para desarrollar y distribuir las vacunas en tiempo récord.
El jueves, el número dos de la Cámara de Representantes, Steve Scalise, se unió al Grupo de Médicos del Partido Republicano de la Cámara de Representantes, un grupo de 18 legisladores que son expertos certificados en medicina, para animar a los estadounidenses a recibir la vacuna.
Scalise dudó durante meses en vacunarse, pero lo hizo esta semana argumentando que con la variante Delta quiso “ese nivel extra de protección”.
Varios gobernadores republicanos -incluidos algunos que expresaron su oposición a los esfuerzos federales contra la pandemia- instan ahora a los residentes a vacunarse.
En Arkansas, uno de los estados con más casos nuevos de covid-19, el gobernador Asa Hutchinson hizo una gira pregonando que “la vacuna mantiene a la gente viva”.
Publicado en cooperación con Newsweek México