La presión sobre Irán se acentuó hoy luego de que Estados Unidos prometiera una «respuesta colectiva» al ataque del jueves pasado en el golfo Pérsico contra un buque petrolero gestionado por la empresa de un israelí, que fue atribuido a Teherán.
«Habrá una respuesta colectiva», advirtió el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
«Irán sigue actuando de manera tremendamente irresponsable», afirmó, y agregó: «Las acciones iraníes son una amenaza directa a la libertad de navegación».
Ayer, Estados Unidos, el Reino Unido e Israel acusaron a Irán de cometer el ataque contra un petrolero frente a las costas de Omán, incidente en el que murió un guardia de seguridad británico y un tripulante de Rumanía, país miembro de la UE.
El petrolero Mercer Street estaba operado por Zodiac Maritime, grupo propiedad del millonario israelí Eyal Ofer.
Autoridades iraníes desmintieron el domingo todo vínculo con dicho ataque que, según Washington, fue realizado con «drones explosivos».
Tanto el Reino Unido, como Rumania e Israel son parte de los aliados con los que Washington coordinó acciones, indicó Blinken, citado por la agencia de noticias AFP.
Irán, por su parte, prometió responder a cualquier «aventurerismo» en su contra, tras las amenazas de represalias de Estados Unidos e Israel.
«La República Islámica de Irán no vacilará en proteger su seguridad y sus intereses nacionales», advirtió el vocero de Asuntos Exteriores, Said Khatibzadeh, y agregó que «responderá inmediatamente y de manera decisiva a todo aventurerismo».
Este nuevo episodio se produjo en la víspera de la asunción del nuevo presidente de Irán, el ultraconservador Ebrahim Raisi, que será investido mañana para su mandato de cuatro años por el guía supremo, ayatollah Ali Jamenei, y jurará su cargo ante el parlamento dos días después.
Por su parte, Israel lamentó hoy la decisión de la UE de enviar al diplomático Enrique Mora, negociador comunitario en el caso nuclear iraní, a la investidura esta semana del nuevo presidente Ebrahim Raisi.
La decisión «es desconcertante y muestra un pobre juicio», precisó el ministerio en un comunicado.
«La participación de un representante de la UE en la ceremonia llega justo días después de que Irán matara a dos civiles, uno de ellos de un país miembro de la UE, en un acto de terrorismo de Estado contra un buque civil», agregó el texto.
Irán es enemigo declarado de Estados Unidos, con quien no tiene relaciones desde 1980, y de Israel, al que no le reconoce la existencia.
El viernes pasado, al día siguiente del ataque al buque petrolero, el embajador israelí, Yair Lapid, acusó a Irán de ser «un exportador de terrorismo, de destrucción e inestabilidad que daña a todo el mundo».
La declaración de Lapid fue reforzada hoy por el ministro de Defensa de Israel, Benny Gantz, quien hoy expresó: «Es exactamente por esa razón que debemos actuar ahora ante Irán. Esto no es una amenaza futura sino un peligro concreto e inmediato».
Luego de que Irán rechazara todas las acusaciones y Khatibzadeh denunciara que «el régimen sionista (Israel) debe dejar de lanzar este tipo de acusaciones infundadas», el premier de Israel, Naftali Bennett, aseguró tener «pruebas».
En la misma línea de Israel, Blinken afirmó que Washington estaba «seguro que Irán había cometido el ataque».
Después de que Israel amenazara con represalias y Washington con una «respuesta apropiada», el primer ministro británico, Boris Johnson, advirtió que Irán debía «enfrentar las consecuencias» de «un ataque inadmisible y escandaloso contra un navío comercial» en el que «un ciudadano británico fue muerto».
Londres y Bucarest convocaron a los respectivos embajadores iraníes.
Irán, que también convocó al encargado de negocios de Reino Unido, estimó que «la fuente de la inseguridad en el Golfo Pérsico no es Irán, sino la presencia de buques y fuerzas militares de países ajenos a la región».
Desde hace años, Israel e Irán se han enfrentado directa o indirectamente en el Líbano, en Siria, en Irak y en la Franja de Gaza, pero los últimos meses esta rivalidad saltó a los mares tras una misteriosa serie de sabotajes y ataques.
El ataque del jueves es la última manifestación de la enemistad entre Irán e Israel.
En marzo, el diario The Wall Street Journal informó que Israel atacó con minas submarinas desde finales de 2019 al menos a una decena de navíos con dirección a Siria, que transportaban, en su mayoría, petróleo iraní.
Irán es «un mal protagonista de la escena internacional, pero seguimos pensando en buscar una vía diplomática», dijo la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, quien además reiteró la voluntad de Estados Unidos de salvar el acuerdo internacional sobre el poderío nuclear de iraní.
El retorno a ese acuerdo dejaría a Estados Unidos «en una mejor posición para responder a los otros problemas», añadió.
El Plan de Acción Integral Conjunto, suscripto en 2015 por Irán, Alemania, Francia, Reino Unido, China, Rusia y Estados Unidos para limitar el desarrollo nuclear de Irán a cambio del levantamiento de las sanciones de la comunidad internacional, quedó congelado en 2018, cuando Washington se retiró por orden del entonces presidente Donald Trump.
Actualmente, se realizan negociaciones en Viena para el regreso de Estados Unidos al acuerdo, que busca impedir a Irán dotarse de una bomba atómica.