Importantes incendios continuaban hoy ganando terreno en Grecia por undécimo día consecutivo, devorando bosques y viviendas, tras haber causado la muerte de al menos una persona ayer y evacuaciones masivas, en medio de la peor ola de calor en 30 años en el país.
Las autoridades griegas contabilizaron 154 incendios, 64 de los cuales seguían activos en las últimas horas.
Al menos 1.450 bomberos griegos con refuerzos de otros países mantenían su batalla contra grandes incendios: uno al norte de Atenas; otro en la isla de Eubea, a 200 km al este de la capital; y tres fuegos en la península del Peloponeso, en el oeste del país, informaron los bomberos.
Se prevé que las llamas continuarán por los fuertes vientos y temperaturas de hasta 38 grados pronosticados en algunas regiones para toda la jornada.
Al norte de Atenas, el fuego seguía avanzando con vigor hacia el este y el lago de Maratón, la mayor reserva de agua de la capital, tras haber provocado la evacuación de una decena de localidades, mientras el denso humo se esparció por la ciudad durante la noche.
La autopista que une Atenas con el norte del país permanecía cerrada por precaución, mientras se evacuaban los campamentos de inmigrantes cercanos.
Un hombre de 38 años murió después de ser golpeado por una torre de electricidad que caía en un área cerca de la capital griega, Atenas, donde los servicios de emergencia han estado luchando contra incendios forestales severos, dijo el viernes el Hospital General de Atenas KAT, donde fue tratado.
La policía detuvo ayer a dos personas acusadas presuntamente por haber prendido fuego de manera voluntaria, según la agencia de noticias griega ANA.
En la isla de Eubea, más de 1.300 personas fueron evacuadas en barco durante la noche del pueblo costero de Limni, rodeado por las llamas y otras 20 personas fueron sacadas esta mañana de la playa de Rovies, también en esta isla, según medios de comunicación griegos.
Las autoridades locales pidieron más apoyo aéreo para luchar eficazmente contra el voraz incendio en Eubea.
«Cuando termine este verano de pesadilla, repararemos todos los daños lo antes posible», dijo este sábado el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, a periodistas en el cuartel general de los bomberos de Atenas, y prometió que «se dará prioridad a la reforestación de las zonas quemadas».
En la península del Peloponeso, cientos de hectáreas ardieron al este del yacimiento arqueológico de Olimpia y en las regiones de Mani y Mesenia.
Más de 5.000 residentes y turistas se vieron obligados a huir de la catástrofe de Mani, donde la alcaldesa Eleni Drakoulakou estimó que se quemó el 50% del este de la región turística montañosa.
En tanto las lluvias que cayeron en el suroeste de Turquía contribuyeron a mejorar la situación en la región de Antalya, donde según las autoridades locales los incendios ahora están bajo control, incluso en Manavgat, donde los aguaceros continuaron el sábado.
