Mientras los aliados de Alexei Navalny insisten en que el crítico del Kremlin fue envenenado, el Ministerio del Interior de Rusia anunció que iniciará una investigación sobre su hospitalización
Navalny, de 44 años, está en coma inducido en un hospital de Berlín donde fue trasladado el sábado después de desmayarse durante un vuelo desde la ciudad siberiana de Tomsk a Moscú.
Según la clínica alemana que lo trató, su examen médico inicial apuntaba a un envenenamiento. Sin embargo, los médicos rusos que atendieron a Navalny en un hospital siberiano contradijeron ese diagnóstico.
La unidad de transporte de la rama siberiana del Ministerio del Interior inspeccionó la habitación del hotel donde se alojó Navalny en Tomsk y las rutas que tomó en la ciudad. También analizó las imágenes de vigilancia de video de la zona. Añadió que no había encontrado ninguna droga ni otras sustancias nocivas.
El Kremlin dijo esta semana que quiere que salgan a la luz las circunstancias en torno al estado de Navalny y que espera que el incidente no dañe sus relaciones con Occidente. Alemania, Francia y otros países han pedido a Rusia que investigue. Los ministros de la Unión Europea están listos para discutir el estado de Navalny esta semana.
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