Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, habló de la invasión de Vladimir Putin en el territorio de Zelensky y sin guardarse nada, aseveró que «la guerra de Rusia en Ucrania equivale a un genocidio«. Además aseveró que el mandatario ruso tiene como objetivo con este conflicto «borrar la idea de ser ucraniano». Por si quedaba alguna duda, el mandatario norteamericano insistió con el concepto y enfatizó: «Sí, lo llamé genocidio». Ante periodistas en la ciudad de Iowa el martes pasado previo a subirse al Air Force One para volver a Washington, el jefe de Estado afirmó que «cada vez es más claro que Putin solo está tratando de eliminar la idea de ser ucraniano»
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, destacó las declaraciones de su par estadounidense, luego de haber incitado a los líderes de Occidente a usar esa palabra para referirse a la guerra con Rusia. «Palabras verdaderas de un verdadero líder @POTUS. Llamar a las cosas por su nombre es fundamental para hacer frente al mal», manifestó y recalcó que «estamos agradecidos por la asistencia estadounidense brindada hasta ahora y necesitamos con urgencia más armas pesadas para evitar más atrocidades rusas».
Por su parte, el mandatario de Francia, Emmanuel Macron, no se animó a ser tan duro en sus dichos y es por eso, que sostuvo que «soy prudente con los términos hoy». «El genocidio tiene un significado», subrayó y resaltó que «el pueblo ucraniano y el pueblo ruso son hermanos». Por lo tanto, aseveró que «es una locura lo que está pasando hoy. Es una brutalidad increíble y un regreso a la guerra en Europa». «Pero al mismo tiempo miro los hechos y quiero seguir haciendo todo lo posible para poder detener la guerra y restaurar la paz», manifestó e hizo hincapié en que «no estoy seguro de si la escalada de palabras sirve a nuestra causa».
Las Naciones Unidas elaboró un tratado, al que Estados Unidos adhirió, en el que precisa que un genocidio comprende a las acciones realizadas con la «intención de destruir, total o parcialmente, un grupo nacional, étnico, racial o religioso». A diferencia de Biden, los mandatarios norteamericanos que lo antecedieron buscaron, por lo general, evitar referirse de manera formal a enfrentamientos bélicos como el de Rusia contra Ucrania con el término genocidio.
¿Por qué evitan llamarlo «genocidio? Porque no querían que se produjera una obligación que, acorde con los acuerdos internacionales, determina que las naciones signatarias deban actuar luego de que un hecho es considerado formalmente un genocidio.
Fue a raíz de esa obligación, que por ejemplo, el jefe de Estado Bill Clinton no definió como genocidio la matanza de 800.000 tutsis étnicos en 1994 por parte de los hutus ruandeses.
Sin embargo, en la actualidad, Biden dijo que es función de los abogados establecer si el accionar de Rusia responde a los estándares internacional de genocidio, como lo aseguraron los funcionarios ucranianos, aunque remarcó que «seguro que así me parece». En ese sentido, precisó que «están surgiendo literalmente más pruebas de las cosas horribles que los rusos han hecho en Ucrania, y solo aprenderemos más y más sobre la devastación y dejaremos que los abogados decidan internacionalmente si califica o no».
No obstante, hace siete días atrás, Biden dijo que no creía que las acciones de Rusia fueran un genocidio y las definió como «crímenes de guerra». Pero en un viaje a Europa el mes pasado, Biden se vio en una polémica situación por una dicho de nueve palabras en los que parecía dar a entender que respaldaba el cambio de régimen en Moscú, lo que habría constituido una modificación dramática hacia la confrontación directa con otra nación con armas nucleares. Es por eso, que el presidente norteamericano fue firme y aseguró: «Por el amor de Dios, este hombre no puede permanecer en el poder» respecto de Putin. a la vez que explicó que «estaba expresando el ultraje moral que sentía hacia este hombre. No estaba articulando un cambio de política».
Fuente: Noticias Argentinas