La terapia de fotobiomodulación es una nueva alternativa a la que ya puede accederse en la Argentina y que sirve para tratar la degeneración macular vinculada con la edad (DMAE), que es una de las principales causas de ceguera en las personas de más de 65 años.
«Se calcula que el 90% de los pacientes con DMAE tienen la forma seca», indicó la médica Celina Logioco, que se especializa en Oftalmología y en Glaucoma e integra la World Glaucoma Association. Acerca del tratamiento, precisó que «es inocuo y sin efectos colaterales». Además, remarcó que «tampoco requiere preparación previa ni utilización de anestésicos» y agregó que «está destinado a combatir el daño ocular y prevenir la pérdida de visión».
En esa línea explicó que «una de las señales de la aparición de DMAE seca es la aparición de pequeños puntos amarillos bajo la retina que se denominan drusas» y, por lo tanto, hizo hincapié en que «se recomienda una consulta con un oftalmólogo especialista en retina al menos una vez por año, en caso de tener antecedentes familiares».
Según indicó, «la degeneración macular produce una disminución gradual de la visión central. Es una enfermedad degenerativa e inflamatoria del ojo» y detalló que «en el consultorio, la vemos como una cicatriz retinal con múltiples variantes».
Para el paciente, «perder la visión central puede hacer más difícil ver caras, manejar un auto, leer y hacer trabajos de cerca como cocinar o arreglar cosas en el hogar». Además, de acuerdo a su experiencia, «a veces empieza en un ojo antes que en otro y es aquí, donde nos damos cuenta de que vamos perdiendo la capacidad de percibir la profundidad».
En tanto, «los cambios en la agudeza visual o en la calidad de la visión son de manera gradual tanto en una maculopatía seca como en una maculopatía húmeda, ofreciéndole a los pacientes tratamientos adecuados para cada una de ellas».
CARACTERÍSTICAS DE LA FOTOBIOMODULACIÓN
En cuanto al tratamiento consiste en la aplicación de luz en las células de la retina que ayuda a mejorar la producción de energía y trata la inflamación, isquemia y disfunción metabólica, característica de la DMAE. Se utilizan fuentes luminosas que contienen láseres, diodos emisores de luz (LED) y luz de banda ancha, que proyectan una luz visible y apenas infrarroja que provoca modificaciones fisiológicos en células y tejidos y genera beneficios terapéuticos.
En este punto, la doctora explicó que «el efecto fotoquímico proporciona a los médicos una solución para una enfermedad con opciones de tratamiento limitadas» y precisó que «mediante un promedio de nueve sesiones de aproximadamente cuatro minutos para cada ojo, se emiten tres longitudes de onda distintas que producen una respuesta positiva de los tejidos revitalizando las células y permitiendo un entorno más estable».
Los pacientes que se sometieron al tratamiento lograron mejor agudeza visual, mayor sensibilidad a los contrastes y disminución del volumen de las drusas centrales. Por último, a los seis meses y acorde con la decisión del profesional, las sesiones pueden volver a realizarse.
Fuente: www.noticiasargentinas.com
