Iba a empezar este comentario hablando del presidente pero llegué a la conclusión de que tenemos un no presidente.
Tenemos un no presidente de un no Gobierno que trata a los argentinos como no ciudadanos y se dedica a producir hechos que generalmente dan mucha vergüenza para tapar su no gestión.
Lo secunda, o lo primerea, mejor dicho, una no presidenta que actúa como si lo fuera, y está las 24 horas pensando tres cosas principalmente: cómo zafar de la cárcel, cómo quedarse con los pocos dólares que entren al país y cómo castigar a quienes no la votan que son los sobrevivientes de la próximamente no clase media.
El no presidente quiere tener no opositores entonces los manda a callar y mientras su fracaso se profundiza sueña con no tener esos problemitas de las democracias donde la gente habla libremente.
El no presidente manda a callar a sus opositores y su portavoz responde mayormente no respuestas en las que se destaca un desprecio profundo por los periodistas, a pesar de haber ejercido ella misma ese oficio, lo que la debería hacer más consciente de que cuando los ningunea o les falta el respeto, lo hace con la democracia y con el derecho de los ciudadanos a estar informados.
Por suerte sus no respuestas están antecedidas por preguntas que sí son preguntas y contraponen realidad a la no realidad que ofrecen con descaradas explicaciones para no hacerse cargo de este desastre.
Vaya a saber a dónde compra ella, pero les aseguro que con lo desesperante que es para la gente no poder acceder a lo que necesita por la inflación, una persona con la mínima empatía no contestaría esto: “En ese supermercado lo están estafando, Peralta, busque precios».
Foto: NA
Todo viene a cuenta del efecto en la inflación del aumento del dólar llamado blue que no es otra cosa que el dólar que cotiza libremente, pero como el no Gobierno prefiere gobernar en una no realidad niega que tenga algún efecto en los precios y se aferra al precio de un no dólar porque no se puede llamar de otra manera al dólar oficial que a la cotización de 130 mangos que ya no consiguen ni sus importadores más amigos y sólo se los guarda Cristina para importar combustible carísimo porque fueron tan inútiles que en tres años no pudieron tender ni un tubo de un gasoducto que nos podía ahorrar todo este desastre y un montón de plata. A menos que sea un negocio suculento que quieren que siga hasta el fin del mandato porque a las cajas se las aprovecha hasta que las velas no ardan.
El no Gobierno se dedica mayormente a manotear todas las cajas que encuentra a su paso. Con las que no puede lo intenta. Aman crear nuevos impuestos, hostigar al que trabaja, cerrar los caminos al progreso, cancelar el mérito y quieren que todos seamos pobres. En los hechos para ellos la igualdad es pobreza generalizada. Y si los ciudadanos tuvieron el tupé de ganar algo con sus esfuerzos lo importante es que no logren ni decidir por ellos mismos qué hacen con su dinero: cerrarle las puertas al ahorro, a la posibilidad de proteger el valor de lo que tienen y meter en un cepo su libertad económica, aunque esté consagrada en la constitución.
Bueno, para un no gobierno que querría tener una no justicia lo ideal es actuar como si hubiera una no constitución. Así, tenemos al no presidente que también parece no abogado, haciendo caso omiso de que no puede interferir en causas judiciales ni meterse en los ámbitos de otro poder, abrazando ampulosamente a una delincuente condenada mientras se la pasó despreciando a argentinos de bien que fueron víctima de su gestión nefasta de la pandemia.
Por eso no extraña que, en el no Gobierno, del no presidente, la vocera que da no respuestas, además haga gala de no tener corazón. Porque solamente así, puede omitir en esta respuesta una referencia con un poquito de humanidad a las personas que nombra el periodista .
En la no respuesta, la portavoz directamente ignoró a Solange y Abigail. Como las ignoró el Gobierno. Como las ignoró el presidente que en medio de la agonía del papá de Solange dijo no estar enterado. ¿Se acuerdan?
Si el presidente no sabía que eso pasaba en el país que gobierna, más motivos para hablar de un no presidente de un no gobierno. Seguramente estaba muy ocupado con su no cuarentena en Olivos como para enterarse. Es paradójico porque para zafar de la causa de la fiesta argumentó que a esa hora no actuaba como presidente, el no presidente. La verdad que, si la ineficiencia ya es una falta de respeto a los argentinos, porque significa malversar el dinero de los impuestos con los que todos sostenemos al Estado, y a todos los que quieren vivir de arriba, esa ineptitud es poco a la hora de compararla con humillaciones y crueldades como la que se han propinado a la dignidad de las personas en casos como el de Solange y Abigail. De verdad en la pandemia quisieron tratarnos como no ciudadanos suspendiendo toda garantía y queriendo que nos acostumbráramos a eso. Una chica con cáncer les hizo saber que hasta el último suspiro tenía sus derechos.
El ejemplo de Solange debe ser un faro para todos los argentinos. Porque día a día cuando damos noticias de medidas de este no gobierno que no cesa en hacerle la vida imposible a la gente de bien, debemos todos ser doblemente conscientes de nuestros derechos porque está claro que ellos cada vez que puedan van a intentar pasarlos por encima. Sea con lo que sea. De la conciencia de la ciudadanía sobre sus derechos y de su determinación a defenderlos depende hoy que este no gobierno no termine convirtiendo Argentina en un no país de una no república. Esto último, es lo que más les gustaría.
