La salud humana y animal están cada vez más interconectadas, y la población mundial lo experimentó recientemente en casos como el Covid-19 o la Viruela del Mono. Como parte de una estrategia para frenar el avance de estas enfermedades, cada 6 de julio se conmemora el Día Mundial de la Zoonosis.
Según el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), las zoonosis «constituyen un grupo de enfermedades animales que son transmitidas al hombre por contagio directo, a través de algún fluido, entre otros motivos».
Un patógeno zoonótico puede variar en bacterias, virus, parásitos o agentes no convencionales que pueden transmitirse por contacto directo o por alimentos, agua o medio ambiente.
En la actualidad, según Organización Mundial de la Salud, hay más de 200 tipos de enfermedades zoonóticas en el mundo y muchas de estas se pueden prevenir mediante vacunación y otros métodos.
Desde MSD Salud Animal, empresa que apoya la adopción bajo un enfoque “Una Sola Salud” para mejorar la salud y el bienestar de los animales, las personas y el medio ambiente, los directivos informaron a Newsweek Argentina que en Argentina las principales zoonosis que se pueden encontrar son: Brucelosis, Fiebre Amarilla, Hantavirus, Hidatidosis, Leishmaniasis visceral, Leptospirosis, Rabia, Sarna, Síndrome Urémico Hemolítico, Toxoplasmosis, Triquinosis y Tuberculosis bovina.
Ante la consulta de cómo se puede evitar la proliferación de enfermedades zoonóticas, Tiago Arantes, Director de MSD Salud Animal en Región Sur, explicó: “Es necesario empezar a pensar en estrategias multisectoriales para mitigar la propagación de las zoonosis. Es importante trabajar en innovaciones y nuevas tecnologías para mejorar la salud animal, creando productos y servicios que favorezcan a la trazabilidad y cada paso de la producción. De esta manera estamos cuidando también la salud humana y el alimento de los argentinos.”
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advierte que más del 20% de las pérdidas de la producción animal se vincula a enfermedades animales. En sintonía con esto, el 75% de los agentes patógenos humanos emergentes son de origen animal. Un reciente estudio de la Cámara Argentina de la Industria de Productos Veterinarios, CAPROVE, confirma que en Argentina se pierden $60.000 millones en el sector ganadero por problemas sanitarios.
Ante esta situación, es indispensable pensar en el uso de la tecnología en el cuidado de los animales, sobre todo aquellos destinados a la producción de alimentos, ayuda al monitoreo y detección temprana de problemas de salud, lo que permite actuar a tiempo y tener un seguimiento durante toda la producción.
“Se necesita un correcto diagnóstico, control, prevención y tratamiento de las posibles enfermedades para cuidar la salud de los animales. De esta manera no solo estamos interviniendo en bienestar animal, sino también, en la salud humana, el medio ambiente y el desarrollo sostenible”, enfatizó el directivo de la compañía.