Según los datos publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales, Estados Unidos registró un aumento de la inflación en junio, alcanzando el 9,1% interanual, impulsada por el precio récord del combustible.
En este marco, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, realiza su primer viaje como presidente a Medio Oriente. Este miércoles llegó a Israel donde pasará dos días en Jerusalén para conversar con líderes israelíes, antes de reunirse con el presidente palestino, Mahmoud Abbas, el viernes en el territorio ocupado de Cisjordania.
Después, el viernes ya viajará directo desde Israel a Yeda, Arabia Saudita, algo inédito para un mandatario estadounidense, con el fin de mantener conversaciones con responsables saudíes para que produzcan más petróleo y asistir a una cumbre de aliados del golfo Pérsico.
Autoridades estadounidenses afirman que el viaje podría dar más pasos hacia un acercamiento entre Israel y Arabia Saudita, enemigos históricos, pero también dos de los aliados más fuertes de Estados Unidos en esa turbulenta región.
«Estamos dando pasos gradualmente hacia ese fin», dijo un funcionario israelí, añadiendo que el hecho de que Biden vuele directamente de Israel a Arabia Saudita «encierra mucha de la dinámica que ha estado evolucionando en los últimos meses».
El viaje de Biden tiene como objetivo no solo promover la estabilidad regional y profundizar la integración de Israel en la región, sino también contrarrestar la influencia iraní y la agresión de Rusia y China.
Por su parte, el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, aseguró que Washington quería que se abriera un consulado para los palestinos en Jerusalén Este, la parte de la ciudad que está bajo dominio israelí desde la guerra de 1967 y que Palestina quiere como capital de un futuro Estado.
«Nuestra posición es que nos gustaría un consulado en Jerusalén Este. Obviamente, eso requiere un compromiso con el Gobierno israelí. También requiere un compromiso con los dirigentes palestinos. Y continuaremos ese compromiso en este viaje», dijo Sullivan a los periodistas a bordo del Air Force 1, avión presidencial de Estados Unidos.
