Luego de que el Gobierno nacional publicara este miércoles la Resolución General Nro. 4.815, que eleva del 35% al 45% la percepción anticipada de Ganancias a la compra de divisas, de viajes al exterior y gastos con tarjetas fuera del país, el sector turístico manifestó su disconformidad, argumentando que esa industria está siendo castigada injustamente.
A través de duros comunicados, la Federación Argentina de Asociaciones de Viajes y Turismo (Faevyt) y el Foro Argentino de Consultores y Empresas de Viajes (Facve, que agrupa a las empresas más grandes del mercado) repudiaron la medida que, según advirtieron, podría impactar en los puestos de trabajo en las agencias nacionales, que son unas 5.000 y emplean a unos 25.000 trabajadores formales.
Pero pasado el mediodía del jueves, quienes manifestaron su “desconcierto y preocupación” fueron las compañías aéreas internacionales que vuelan hacia y desde la Argentina. Agrupadas en la Cámara de Líneas Aéreas en Argentina (JURCA), de la que también participa Aerolíneas Argentinas, publicaron una carta en la que advierten que algunas de ellas podrían llegar a irse del país.
- Lea completo el comunicado de JURCA
“Mientras otros países se esfuerzan por continuar atrayendo el turismo receptivo, poniendo a disposición la mayor cantidad de asientos/vuelos posibles, esta medida nos lleva en sentido contrario, restringiendo la generación de más puestos de trabajo e incrementando la imprevisibilidad de operar y planificar en nuestro país, atentando contra la demanda y el aumento de operaciones, y exigiendo a las compañías revisar sus operaciones desde y hacia el país”, sostiene el comunicado firmado por el director ejecutivo de la gremial empresaria, Felipe Baravalle.
Sostienen que la medida “no fue consultada ni anticipada” y que “se contrapone al incentivo del turismo y su consiguiente ingreso de divisas para el país”. “Las compañías aéreas son rentables cuando ambos sentidos (ida y vuelta) tienen factores de ocupación sanos. Si continuamos encareciendo y limitando el acceso a viajar para los argentinos (menos pasajeros emisivos), ello generará la reducción del tamaño de las aeronaves o la cantidad de frecuencias según sea el caso, lo cual impactará directamente en la viabilidad de viajes de turistas extranjeros al país (pasajeros receptivos), la capacidad de bodegas de carga para la exportación y con ello menos divisas y empleos en el país”, explica el directivo.
EN NÚMEROS
¿Cuánto más caro es hoy viajar al exterior? Quienes adquieran actualmente en Argentina un boleto para viajar fuera del país deberán sumar al costo del pasaje en sí un 30% de Impuesto PAÍS, un 45% de la incrementada percepción anticipada de Ganancias (la cual debería poder descontarse de ese impuesto en el próximo ejercicio) y un 7% del DNT.
¿Y qué es el DNT? La sigla carece de importancia, porque la tasa se creó cuando Turismo era una Dirección Nacional, pero es un impuesto al turismo internacional, cuyos recursos resultantes deben utilizarse por ley para la promoción turística del país en el exterior. Eso se hace a través del Instituto Nacional de Promoción Turística (Inprotur), que es un organismo autárquico, pero dependiente del Ministerio de Turismo. Inclusive, el presidente del Inprotur es el propio Matías Lammens.
Lo cierto es que, sumando todos estas tasas, un pasaje al exterior tiene una carga impositiva del 82%.
Hasta este jueves, la carga era del 72%, que también era alta. Entonces, ¿por qué los argentinos seguían viajando? La respuesta está en la brecha cambiaria: el dólar turista era percibido como “barato” en relación al blue. Por eso la gestión de Batakis decidió intervenir para tornarlo “más caro”. Como respuesta inmediata del mercado, el paralelo batió hoy un nuevo récord, en torno a los $287 al cierre de este artículo, ampliando nuevamente la brecha.
De acuerdo a los últimos datos del Observatorio Económico de las Agencias de Viajes y Turismo (Oeatur), los viajes propiamente dichos no significan más del 40% de lo que el Banco Central incluye en la llamada “Cuenta Turismo”. Más del 60%, sostienen, corresponde a gastos con tarjetas de crédito, que no necesariamente se hacen fuera del país, como pueden ser el pago de Spotify, la compra de vidas o skins para los videojuegos o la adquisición de productos puerta a puerta.
ANTECEDENTES PREOCUPANTES
Cada vez que un gobierno (en Argentina o en cualquier parte del mundo) toma medidas impositivas que afectan a las aerolíneas, estas suelen amenazar a las autoridades con la posibilidad de reducir operaciones o incluso abandonar ese mercado. Lo hacen en general a través de International Air Transport Association (IATA), una entidad muy poderosa que incluso puede imponer a los países su propia normativa.
Esas amenazas pocas veces se hacen realidad. Pero, ¿qué ha pasado en la Argentina en los últimos años? Un informe del Gobierno porteño indica que en los últimos dos años el país perdió 17 conexiones internacionales.
Los datos de la Dirección General de Inteligencia de Mercado y Observatorio del Ente de Turismo porteño (basada en las estadísticas de Aeropuertos Argentina 2000) indican que en el primer cuatrimestre de 2022 se registró un 50% menos de vuelos internacionales que en el mismo lapso de 2019, pasando de 856 vuelos semanales a los 425 actuales.
En ese lapso (por múltiples razones), Argentina perdió conectividad con Auckland, Belo Horizonte, Cabo Frio, Caracas, Doha, Dubái, Fortaleza, João Pessoa, Los Ángeles, Maceió, Manaos, Natal, Navegantes, Porto Seguro, Quito y Recife. La número 17, bloqueada por las restricciones) era Roma, pero fue retomada por Aerolíneas Argentinas e ITA.