Tras dar marcha atrás con la compra de Twitter, las acciones de Tesla se desplomaron, al tiempo que una empresa china anunciaba que la superaba en ventas de autos eléctricos a nivel global. Y, además, la red social inició una demanda millonaria pidiendo una compensación. Pero las malas noticias para Elon Musk no terminan allí.
El cohete Super Heavy Booster 7, parte del programa SpaceX, estaba listo para concretar un despegue de prueba en las instalaciones de Starbase, en Texas, pero explotó. Por el momento, aseguran que se trató de un desperfecto y ratifican que no fue algo planificado (en algunas oportunidades se realizan ensayos en los que se contempla alguna explosión como consecuencia concreta o potencial).
Se trata de la nave que debería haber llevado a los humanos por primera vez a Marte en 2025.
La explosión quedó registrada por las cámaras, que muestran la salida del humo habitual para los despegues. Pero, de repente, se produjo la explosión y se observa la salida de fuego, que causó incendios en las cercanías de la plataforma.
Musk viajó inmediatamente hacia la zona del accidente para evaluar personalmente los daños y dialogó con los expertos para definir el curso de acción a seguir. A través de Twitter, el magnate insistió en que no fue un hecho intencional: se estaban haciendo pruebas respecto al “arranque de giro”, pero el desenlace no se habría producido por esa razón.
Quedan ahora preguntas sobre qué pasará con el programa. ¿Se mantendrá la fecha en 2025? ¿Debería tener una mayor regulación por parte del Estado? ¿Alcanzará el financiamiento para reiniciar la construcción? Según se anticipó, una vez que estén los resultados de la investigación acerca de qué ocurrió realmente, se hagan anuncios al respecto.
Fuente: www.noticiasargentinas.com
