La Aduana registró la maniobra que utilizó la compañía Yoko para lograr una medida judicial y así lograr importar sin tener que cumplir con el sistema de monitoreo y darle ese aval a otra firma.
Al conocerse el hecho, la vicepresidenta, Cristina Kirchner, no se quedó callada y, mediante su cuenta de Twitter, lanzó: «Alquiler de cautelares? O sea que las empresas que logran una orden judicial para llevarse dólares oficiales del BCRA, además las alquilan? «Esa sí que no la tenía«, remarcó y sostuvo que «con este funcionamiento judicial y empresario, Argentina se vuelve casi una misión imposible«.
Alquiler de cautelares? O sea que las empresas que logran una orden judicial para llevarse dólares oficiales del BCRA, además las alquilan? Esa sí que no la tenía. Con este funcionamiento judicial y empresario, Argentina se vuelve casi una misión imposible.https://t.co/24QmoRXddD
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) July 18, 2022
CÓMO SE DETECTÓ LA MANIOBRA
La Aduana detectó que la empresa Yoko consiguió autorizaciones judiciales, a través de medidas cautelares, para importar mercadería sin tener que contar con el requisito de validar esa operativa en el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI), pero después «cedió» esa autorización a otra compañía de nombre Tropea, que se dedica a la importación y comercialización de marroquinería con marca propia, a fin de que usufructúe la medida judicial e importe carteras fabricadas en China sin la aprobación de la SIMI.
Según conta en la denuncia, Yoko no usó la «cautelar» en los términos que la consiguió y que «transfirió» la tutela jurisdiccional que brinda la resolución judicial a favor de Tropea. En consecuencia, la entidad precisó ante la Justicia que Yoko llevó adelante una simulación a través de un «contrato» de autorización con el objetivo de vender la marca «Tropea» únicamente por un mes: del 21 de junio hasta el 21 de julio de 2022, justo cuando la mercadería tenía ser nacionalizada con la SIMI preautorizada de Yoko.
Mediante un comunicado, la Aduana afirmó que Yoko le «alquiló» la cautelar a Tropea para que pudiera hacerse de su mercadería (carteras de origen chino) y de ese manera, esa firma pasara a ser como una «usina de SIMI».
Tras haberse descubierto la jugada, la Aduana bloqueó la mercadería previo a que entrara al mercado, le hizo saber a la firma de la falta y le aplicó una sanción económica que podría ser hasta cinco veces la suma importada. A su vez, determinó que la empresa violó el Código Aduanero por una declaración inexacta con perjuicio fiscal.
Además, se hizo presente en el fuero Contencioso Administrativo Federal para poner en conocimiento lo detectado y le exigió al magistrado que «habiendo sido burlada la medida judicial, se extraigan testimonios para formar una nueva investigación ante la justicia en lo penal económico por presunta estafa procesal en el marco de una importación, lo que lo convierte en un asunto federal».
Por último, recordó que «la Aduana debe proteger la industria nacional y el empleo argentino, pero también evitar maniobras por las cuales algunos importadores se quieren hacer de dólares de manera ilegal y engañando al Estado«.
Fuente: www.noticiasargentinas.com
