Un 24 de marzo de 1975, Muhammad Ali se enfrentó a Chuck Wepner en Ohio. El joven Sylvester Stallone vio la pelea y se inspiró en la vida de ese boxeador casi desconocido que llegó a enfrentarse con el mejor de todos los tiempos para escribir “Rocky”, la película que se convirtió en un clásico mundial que cambió también la estética de ese deporte.
Pero para hacerla realidad, necesitaba de un productor que la financiara y pusiera todo lo necesario para el rodaje. Esa persona fue Irwin Winkler, quien se quedó con los derechos de la franquicia.
La película se estrenó en 1976 convirtiéndose en un éxito de taquilla y llevando a Stallone a ser nominado a los Oscar, mientras que el film se quedó con la estatuilla a la Mejor Película. Y luego se filmaron varias entregas más de la saga del boxeador, primero como púgil y luego como entrenador (con un Stallone ya entrado en años).
Se están por cumplir 50 años de ese estreno, pero la pelea de Rocky por “Rocky” no parece tener fin. Esta semana, el consagrado actor volvió a hacer un reclamo público por la parte que asegura que le corresponde por los derechos de la película, en su condición de autor.
A través de su cuenta de Instagram, Stallone publicó un dibujo en el que se ve a Winkler y a su familia caracterizados como vampiros. La imagen iba a acompañada de un duro mensaje: «Un muy halagador retrato del gran productor de “Rocky” y “Creed”, Irwin Winkler, de parte de uno de los grandes artistas del país».
«También, luego de que Irwin controló “Rocky” por más de 47 años, y ahora a “Creed”, me gustaría obtener de vuelta algo de lo que queda de mis derechos, antes de que se los pase a sus hijos. Creo que sería un gesto justo por parte de un caballero de 93 años», expresó.
Pero Stallone expone el tema también desde un punto de vista artístico y emocional: «Esto es un tema muy doloroso que carcome mi alma, porque yo quería dejar algo de Rocky para mis hijos, pero siempre es grandioso escuchar lo que los fans leales tienen para decir… Sigue golpeando».
Finalmente, cabe destacar que este no es el primer reclamo al respecto. En una entrevista que le realizaron en 2019, el protagonista de “Rocky” y de “Rambo” y otros grandes éxitos, había contado: «No tengo propiedad de Rocky. Cada palabra, cada sílaba, cada error gramatical fue mi culpa. Fue impactante que nunca llegara a suceder, pero me dijeron: ‘Oye, te pagaron, entonces, ¿de qué te quejas?’. Estaba furioso». Pero, pese a ello, admitió que siguió trabajando con él.
Fuente: www.noticiasargentinas.com
