Las sequías que desde hace meses afectan al centro del país, tuvieron un duro impacto sobre el sector agropecuario, y también lo tendrá sobre las arcas del Gobierno nacional y sobre un mundo en el que los precios de los alimentos no paran de incrementarse.
Según lo informó este jueves la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BdeC), el área sembrada con trigo durante la temporada 2022/23 sería de 6,1 millones de hectáreas, lo que significa una reducción en relación a 2021/2022, cuando fue de 6,2 millones de hectáreas.
Se trata del quinto recorte en las expectativas que realiza la Bolsa. Comenzó la siembra con la proyección de llegar a los 6,6 millones de hectáreas. Pero los efectos climáticos jugaron en contra al sector.
En su reporte, el organismo afirmó: “La reducción de superficie se concentra en el centro del área agrícola, donde las lluvias del pasado fin de semana no fueron suficientes para revertir el escenario de limitada oferta hídrica previo al cierre de la ventana de siembra«. En total, los productores alcanzaron a sembrar un 96,8% de la superficie prevista.
Asimismo, resaltaron otro factor climático adicional: las heladas de las últimas semanas, que «continúan demorando el crecimiento inicial y provocando daños en tejidos de lotes tempranos».
La temporada 2021/2022 había sido récord, con 22,4 millones de toneladas cosechadas.
Afortunadamente, un escenario muy diferente presenta el maíz, del cual Argentina es el segundo exportador mundial, después de EEUU. Esta escasez de lluvias favoreció la cosecha, y ya se estima que alcance los 49 millones de toneladas, con el 67,2% de los 7,3 millones de hectáreas ya recolectados.