Una historia de violencia que se repite en Brasil. La policía civil y militar de Río de Janeiro estaba detrás de una banda criminal y, este jueves, realizaron un operativo en una favela que terminó en una masacre.
El comunicado de la policía militar indicó que participaron alrededor de 400 oficiales, con el apoyo de cuatro aviones y 10 vehículos blindados. Un comando de policías allanó el complejo Alemao, ubicado en una densa favela de Río de Janeiro, para frenar a un grupo criminal sospechoso de estar involucrado en robos de camiones de carga y asaltos a bancos, y que además planeaba ampliar su influencia en sectores aledaños.
Al menos 18 personas murieron durante el extenso operativo policial en la más reciente escalada de violencia entre grupos armados y efectivos en la segunda ciudad más grande de Brasil. Según el informe de la policía, 16 eran presuntos delincuentes, una transeúnte y un oficial de la policía perdieron sus vidas.
La impactante cifra de muertes desató denuncias por abuso de la fuerza y violación de derechos humanos. «Hay indicios de graves violaciones a los derechos humanos y la posibilidad de que este sea uno de los operativos con mayor número de muertos en Río de Janeiro», afirmó la Defensoría Pública del Estado en un comunicado.
Las fuerzas policiales del estado de Río llevan a cabo regularmente redadas en los barrios pobres de la ciudad con el apoyo del presidente Jair Bolsonaro, quien durante mucho tiempo se expresó de acuerdo con las tácticas de mano dura de la policía contra el crimen organizado, diciendo que los delincuentes deberían «morir como cucarachas».
Después del operativo, se pudo ver a residentes amontonando a las personas heridas en la parte trasera de vehículos para llevarlas a hospitales mientras la policía observaba. Gilberto Santiago Lopes, de la Comisión de Derechos Humanos de Anacrim, dijo que la policía se negó a ayudar.
«Tuvimos que llevarlos en un camión de bebidas y luego pedirle a un residente local en su automóvil para llevarlos al hospital», dijo. «(La policía) no tiene como objetivo arrestarlos, sino matarlos, así que si están heridos, piensan que no merecen ayuda».