El incendio se produjo en el superpoblado campamento de migrantes de Moria, bajo confinamiento, en la isla griega de Lesbos, justo después de la medianoche del martes, dijeron las autoridades del cuerpo de bomberos. El primer ministro del país, Kyriakos Mitsotakis, decidió convocar una reunión de emergencia con los ministros de su Ejecutivo para la mañana del miércoles. De momento no se han comunicado víctimas.
A primera hora de la mañana, la mayor parte de Moria se redujo a una masa humeante de contenedores y tiendas de campaña quemados, y unas pocas personas recogían sus posesiones personales entre los escombros, según mostraban imágenes de televisión.
La Unión Europea está dispuesta a ayudar a Grecia «en estos tiempos difíciles», dijo en un tuit el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, tras una llamada telefónica con Mitsotakis.
La causa del incendio no está clara por ahora. Las autoridades estaban investigando si el incendio fue provocado.
Moria «probablemente fue totalmente destruido», dijo el responsable del Ministerio de Migración, Manos Logothetis, a la Athens News Agency. Las informaciones iniciales sugerían que se produjeron incendios en diferentes lugares del vasto campamento después de que las autoridades intentaran aislar a varios individuos que dieron positivo en la prueba de la COVID-19.
«El fuego sigue virulento, el campamento ha sido evacuado. Todas estas personas están en la carretera nacional hacia (la ciudad de) Mytilini», dijo Panagiotis Deligiannis, un testigo de Moria. «Hay policías que no los dejan pasar. Esta gente está durmiendo a ambos lados de la carretera, en los campos».
«FUERA DE CONTROL»
Es probable que el Gobierno ponga a Lesbos en estado de emergencia, permitiéndole movilizar todas las fuerzas para apoyar a la isla y a los solicitantes de asilo, dijo un alto cargo del Gobierno.
El alcalde de Mytilini, Stratis Kytelis, dijo que los migrantes tendrían que ser trasladados o alojados en barcos para evitar la propagación del nuevo coronavirus. «La situación estaba fuera de control», dijo el policía Argyris Syvris a la cadena Open TV, añadiendo que la policía se vio obligada a liberar a unas 200 personas que iban a ser repatriadas a sus países.
El alcalde de Mytilini dijo que los migrantes tendrían que ser trasladados o alojados en barcos para evitar la propagación del nuevo coronavirus.
Las condiciones en las instalaciones de Moria, que alberga a más de 12.000 personas —más del cuádruple de su capacidad oficial— han sido criticadas por ONGs que dicen que es imposible implementar el distanciamiento social y las medidas de higiene básicas en el campo. El campamento se puso en cuarentena la semana pasada después de que las autoridades confirmaran que un solicitante de asilo había dado positivo por el nuevo coronavirus. Las infecciones confirmadas han aumentado a 35 desde entonces.
Lesbos, que se encuentra justo frente a la costa turca, estuvo en primera línea de un movimiento masivo de refugiados y migrantes hacia Europa en 2015-2016. A causa de la pandemia, todos los migrantes que llegaban a la isla desde el 1º de marzo eran puestos en cuarentena lejos de los campamentos.
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