Arabia Saudita acordó el miércoles permitir que los vuelos hacia el este desde Israel usen su espacio aéreo. Este significativo cambio se produjo horas después de que la Liga Árabe se negara a respaldar los esfuerzos de los palestinos para condenar a los Emiratos Árabes Unidos (EAU) por el acuerdo, marcando dos victorias para la diplomacia de Trump y un golpe para los palestinos.
El asesor principal de la Casa Blanca, Jared Kushner, quien también es yerno del presidente Donald Trump, anunció ayer que Arabia Saudita abrirá sus cielos a Israel en una conferencia telefónica a los periodistas.
«Acordaron abrir su espacio aéreo no solo a los vuelos de Israel a los Emiratos Árabes Unidos y viceversa, sino a todos los viajes hacia el este», dijo Kushner, y agregó que a todos los vuelos de Israel que soliciten permiso para el espacio aéreo se lo otorgarán.
«Eso le ahorrará a la gente mucho tiempo. Eso derriba una barrera que ha estado levantada durante 72 años».
Si bien Arabia Saudita no se unirá a los Emiratos Árabes Unidos para normalizar las relaciones con Israel, el gesto de permitir los vuelos es un paso significativo que impulsará los viajes y el turismo.
Trump y Kushner han centrado su estrategia en Oriente Medio en construir una coalición de estados árabes sunitas contra el Irán chií, que muchos líderes árabes consideran una amenaza mayor que Israel.
«Eso le ahorrará a la gente mucho tiempo. Eso derriba una barrera que ha estado levantada durante 72 años», dijo el asesor principal de la Casa Blanca, Jared Kushner.
En el proceso, la administración Trump ha invertido la política estadounidense de décadas de tratar de negociar acuerdos entre Israel y los palestinos. El plan de paz de Kushner para Oriente Medio prevé concesiones de los palestinos que éstos han rechazado de plano.
«Mucha gente en la región está perdiendo la paciencia con respecto al liderazgo palestino», dijo Kushner a los periodistas el miércoles. Luego pidió que Palestina regrese a la mesa de negociaciones, pero señaló que Estados Unidos no «los perseguirá».
El ministro de Relaciones Exteriores de Palestina, Riad Malki, calificó los esfuerzos de Kushner y de la administración Trump para negociar el acuerdo de normalización como «chantaje» y una «puñalada por la espalda» durante la reunión por videoconferencia con la Liga Árabe.
El acuerdo, programado para ser firmado en la Casa Blanca el próximo martes, provocó un aumento de las tensiones entre los palestinos y varios estados del Golfo. Inmediatamente después de su anuncio el mes pasado, Palestina solicitó una reunión de emergencia con la Liga Árabe para discutir el desarrollo, que la liga rechazó.
Publicado en colaboración con Newsweek.
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