La cancelación del Gran Premio de Sochi sigue generando cruces entre la Fórmula 1 y Rusia. En los últimos días, el CEO de la máxima categoría del automovilismo, Stefano Domenicali, aseguró que no tienen intenciones de volver a correr en el país, mientras recibe quejas y acusaciones de “estafa” por no devolver el dinero a los organizadores.
El GP de Rusia estaba programado para realizarse entre el 23 y el 25 de septiembre, en la que iba a ser la última edición en el autódromo de Sochi previo al traspaso al circuito Igora Drive, en San Petersburgo, a partir de 2023.
Sin embargo, el comienzo de la guerra en Ucrania hizo que en febrero la FIA suspenda el evento. Semanas después, se anunció que la Fórmula 1 iba a rescindir el contrato, decisión que fue recientemente confirmada por el director de la categoría.
“Siempre he creído que nunca debes decir nunca. Pero en este caso, puedo prometer con seguridad que ya no negociaremos con ellos. No habrá más carreras en Rusia”, aseveró Domenicali a la revista Sport Bild.
El acuerdo con Liberty Media –promotores de la F1- tenía una extensión hasta 2025, ahora la relación parece estar completamente rota. Alexey Titov, director de la empresa ANO Rosgonki -organizadora del evento en territorio ruso-, aceptó las declaraciones de Domenicali y advirtió que el futuro del entre ambas partes “no está claro hoy”.
Pero el empresario emitió una queja contra los directivos del Gran Circo, ya que aseguró que nunca les devolvieron el dinero puesto para organizar el Gran Premio que finalmente fue cancelado.
“Estamos esperando el reembolso de los medios financieros a pesar de la postura actual de FOM (Formula One Management) con respecto a la organización de carreras en el territorio de Rusia”, expresó Titov a la agencia rusa TASS.
Quien también se manifestó al respecto fue Dmitry Svishchev, presidente de la administración rusa de Deportes, quien advirtió al CEO de la Fórmula 1: “¿No quieres correr? Devuelve el dinero que se pagó por la próxima competencia”.
Al respecto, el político ruso acusó que esta situación “es muy parecida a una estafa” y la decisión de la suspensión “no se basa en ningún principio deportivo en absoluto”. “Consideraremos la posibilidad de una compensación por el daño financiero y moral”, agregó según el sitio GrandPrix.
Pese a esto, Svishchev se mostró confiado en que la relación entre la Fórmula 1 y los organizadores “se normalizarán en un futuro próximo y Rusia volverá a la comunidad deportiva mundial”.