Un asesor del Banco Central de la República Argentina (BCRA) le adelantó a la agencia Reuters que la entidad elevaría este mes su tasa de referencia al 75%, para intentar contener una nueva corrida hacia el dólar y quitar presión inflacionaria.
Según la mayoría de las mediciones privadas, la inflación de agosto se ubicaría por encima del 6% contra julio, e incluso algunos se animan a proyectarla más cerca del 7%, como resultado de los aumentos de tarifas, de los combustibles y la propia dinámica de los aumentos, a pesar de la puesta en marcha del plan de ajuste y de acuerdos de precios de Sergio Massa.
«Se sigue de cerca la evolución de los precios minoristas, y con los últimos datos de agosto no se descarta otro salto en la tasa para que le pueda ganar a la inflación», anticipó la fuente de la agencia, que agregó: “Es un tema que se discute en el seno del directorio y no hay ninguna decisión tomada, pero no sería descabellado que la tasa puedo subir hacia el 75%”.
Hoy, la tasa de las Leliq (letras de liquidez) es del 69,5% anual para las transacciones a 28 días, mientras que las tasas que pagan habitualmente los consumidores de manera cotidiana con sus tarjetas ronda el 70%. Se llegó a ese número luego de dos fuertes saltos, de 800 y 950 puntos básicos respectivamente, en los últimos dos meses.
Ese 69,5% equivale a una tasa efectiva anual (TEA) del 96,5%; en tanto, una del 75% significaría una TEA del 107%. Este escenario podría desalentar las compras en cuotas, fenómeno que ya vienen registrando desde el sector privado (casi el 80% de los pagos son al contado, con crédito en un sólo pago, mientras que unos pocos financian a 3 o 6 cuotas).
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) dará a conocer el Índice de Precios al Consumidor (IPC) el 14 de septiembre a las 16.00 horas, y luego de eso se reunirá el directorio del BCRA para definir los pasos a seguir. En principio, se estima que el alza de las tasas sería de entre 400 y 600 puntos básicos.
Vale recordar que en los EEUU se registró una fuerte baja en los precios de los combustibles que permite estimar un descenso en la inflación de agosto, por lo cual se espera que la Fed de ese país no vuelva a subir sus tasas, quitando algo de presión a las economías emergentes.