Después del fallecimiento de la Reina Isabel II, su hijo primogénito Carlos, de 73 años, asumió como nuevo monarca del Reino Unido. Esto abrió una polémica por el rol que tendrá su pareja Camilla Parker-Bowles en el trono.
Si bien tradicionalmente la esposa del rey es considerada reina consorte, antes del casamiento de la pareja en el 2005 hubo un acuerdo por el cual ella no obtendría este título, sino que sería “princesa consorte”.
Esto se debió a la desaprobación de la opinión pública sobre Camila, quien durante muchos años fue amante de Carlos mientras tenía una relación con Diana Spencer.
Lady Di, quien se había convertido en una figura querida en todo el mundo, echó culpa sobre Camila en un entrevista por considerar que arruinó su pareja: “Éramos tres en este matrimonio, así que éramos demasiados”.
Tras la separación de Diana y Carlos, la imagen de la Duquesa de Edimburgo recibió cuestionamientos, los cuales se acrecentaron luego del trágico fallecimiento de la ex Princesa de Gales.
Luego de hacer oficial su relación con el heredero al trono, decidió brindar su apoyo en silencio. Pero tras su casamiento, poco a poco la mirada de la gente sobre Camila comenzó a cambiar, aunque aún había desconcierto sobre qué título recibiría en caso de que Carlos asuma como rey.
Sin embargo, parecen haber sido despejadas por la propia Reina Isabel, quien en su Jubileo por los 70 años como monarca británica, dio el visto bueno para que la Duquesa de Edimburgo se convierta en reina consorte.
“Cuando, en la plenitud de los tiempos, mi hijo Carlos se convierta en rey, sé que le brindarán a él y a su esposa Camilla el mismo apoyo que me han brindado a mí; y es mi sincero deseo que, cuando llegue ese momento, Camilla sea conocida como reina consorte mientras continúa con su propio servicio leal”, expresó.
De esta forma, se espera se que convierta en la primera reina consorte británica desde hace 70 años. Cabe mencionar que este título le da el tratamiento real, pero no le otorga los mismos poderes que tuvo Isabel II, ya que no será jefa de Estado.
Su rol será el de apoyar y acompañar a Carlos III en sus tareas oficiales, y aunque no tiene obligaciones o funciones específicas, si puede acudir en solitario a eventos y actos en representación del monarca.