Un análisis llevado a cabo en la Universidad de Oregon, EEUU, determinó que «cada vez que se mira el teléfono celular con la vista hacia abajo» se incrementa la papada y agregó que estar expuesto a la elevada cantidad de luz azul que emiten estos dispositivos pueden traer problemas en las funciones celulares, el ácido hialurónico y el colágeno.
Tales son los perjuicios que los profesionales aseveraron que las personas que usen los celulares mirando hacia abajo y se expongan mucho a la luz azul, pasarán a tener lo que llamaron «cara de smartphone».
«La exposición excesiva a la luz azul de los dispositivos cotidianos, como televisores, ordenadores portátiles y teléfonos, puede tener efectos perjudiciales en una amplia gama de células de nuestro cuerpo, desde las células de la piel y de la grasa hasta las neuronas sensoriales», explicó la médica, maestra del Departamento de Biología Integrativa de la Universidad Estatal de Oregón y una de las principales autoras del informe, Jadwiga Giebultowicz.
En esa línea, una evaluación realizada por la Universidad de Kyoto, Japón, y dada a conocer por la Asociación de Psicología norteamericana, sostuvo que la tendencia de los individuos a adentrarse en sus pensamientos, es decir, soñar despierto, se agravó con la irrupción de los celulares.
En consecuencia, Aya Hatano, de la Universidad de Kyoto afirmó que «nuestra investigación indica que las personas tienen dificultades para estimar cuán atractivo puede ser el pensamiento», y añadió que «esto puede explicar por qué prefieren mantenerse ocupadas con dispositivos y otras distracciones, en lugar de tener un momento de reflexión e imaginación en la vida cotidiana».
Frente a ese panorama, hizo hincapié en que la mayoría de las personas «subestima el placer que les genera estar a solas con su mente», y es por eso, que advirtió que el uso de los celulares crecerá.
