Raúl Jalil, gobernador de Catamarca, participó este miércoles en una charla en la Universidad de Belgrano y aseguró allí que el Estado debe encarar a nivel nacional un fuerte reordenamiento fiscal y que para ello es clave dejar de contratar personal.
“Es fundamental que no entre a trabajar más gente en el Estado. De hecho, las personas están valorando cada vez más el empleo privado”, aseguró el catamarqueño, y afirmó que casi todas las provincias están “fiscalmente mejor que la Nación”. Y, en ese aspecto, subrayó que el reordenamiento del gasto público le permitió a su provincia alcanzar el superávit.
Como parte de su disertación, el mandatario provincial se refirió a las problemáticas y los caminos que tiene la Argentina para salir de la crisis. “Estamos teniendo problemas con la inflación y con el salario, que está cayendo en todo el mundo. Ahora estamos cerca del pleno empleo en nuestra provincia, pero con pobreza”, sostuvo, y agregó: “El mundo quiere ayudar a la Argentina, porque necesita sus recursos naturales, alimentos, hidrocarburos y minería. Quiere relaciones más duraderas”.
Sin embargo, admitió que los logros económicos de Catamarca están vinculados a la exportación de materias primas. “Cambió la matriz energética y Catamarca tiene litio, que es una gran oportunidad no sólo para nuestra provincia sino para el Norte y para la Argentina. Junto con los hidrocarburos, la minería es fundamental para producir los dólares que se necesitan a fin de estabilizar la macroeconomía. El problema es retener esos dólares”.
Ese buen presente para las materias primas de la provincia le auguran también una perspectiva de desarrollo para los próximos años.
“En dos o tres años, cuando tengamos un excedente de la balanza comercial de US$ 30.000 millones, por los hidrocarburos y la minería, no va a haber problemas con el giro de divisas. Hay inversiones previstas por empresas extranjeras en litio por US$ 4.000 millones en nuestra provincia. Y las exportaciones van a crecer hasta US$ 2.000 millones anuales”.
Finalmente, subrayó que lo que está faltando es la confianza de los inversores argentinos. Y concluyó: “El empresario argentino no está aprovechando las oportunidades como sí lo están haciendo las empresas extranjeras, que no están tan preocupadas por la inestabilidad macroeconómica, sino por las relaciones con las provincias. Nuestro gran desafío es convertir las regalías del 3,5% en caminos, en provisión de gas y en inversiones turísticas y no pasarlas a gastos corrientes”.