En medio de acusaciones cruzadas entre Rusia y EEUU por la presunta preparación de una “bomba sucia” en Ucrania, el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso insistió en que sería legítimo utilizar armas nucleares en caso de una agresión que ponga en peligro a su país.
Sin embargo, a través de un comunicado, Moscú aseguró que ese no sería el único caso en que pueda apelar a este recurso. También sostiene que las usaría a modo defensivo en caso de que el enemigo utilice “armas de destrucción masivas o una agresión con uso de armas convencionales”.
De acuerdo a la cartera, “los enfoques doctrinales rusos en este sentido se definen con la máxima precisión”, es decir, que no se trata de una ampliación de causales. Asimismo, afirma que las fuerzas rusas se guían “estricta y consistentemente por el principio de que en una guerra nuclear no puede haber ganadores y nunca debe desencadenarse”.
Esto, explican, se debe a su “responsabilidad especial” como parte del reducido grupo de países con potencial nuclear y como miembro del Consejo de Seguridad de la ONU. En ese sentido, añadieron: “Hacemos un llamamiento al resto de los cinco países con armamento nuclear para que demuestren en la práctica su disposición a trabajar para resolver esta tarea prioritaria y abandonar los peligrosos intentos de infringir los intereses vitales de los demás, manteniéndose al margen del conflicto armado directo y de alentar las provocaciones con armas de destrucción masiva”.
¿Rusia está siendo agredida? El Gobierno de Vladimir Putin está buscando establecer dos escenarios en ese sentido. El primero de ellos fue la anexión formal de las cuatro regiones ucranianas ocupadas, luego de unos polémicos referéndums que no fueron reconocidos por la comunidad internacional. Por lo tanto, cualquier ataque efectuado allí contra sus tropas podría ser interpretado por Moscú como un ataque a Rusia.
Y el segundo es la acusación a Ucrania de estar preparando, con apoyo de EEUU, una “bomba sucia” (misil balístico con material radioactivo o biológico), de falsa bandera, para justificar una intervención de EEUU y Europa contra Rusia. Kiev y Washington rechazaron estos señalamientos.
En este marco, John Kirby, portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, aseguró: “Estamos cada vez más preocupados por esa posibilidad a medida que han pasado estos meses”. Sin embargo, afirmó que, aunque la inteligencia no siempre puede verlo todo, sus informes no muestran que Rusia esté desplegando una estrategia para el uso de armas nucleares.
Lo que sí denunció Kirby es que Corea del Norte está suministrando a Rusia de forma encubierta un número «significativo» de proyectiles de artillería para su “operación militar especial” en Ucrania. Además, señaló que estaba tratando de ocultar esos envíos canalizándolos a través de Oriente Medio y el norte de África.
«Nuestros indicios son que la RPDC está suministrando de forma encubierta y vamos a supervisar para ver si los envíos se reciben. No es un número insignificante de proyectiles, pero no creemos que sean en una cantidad tal que cambie el impulso de la guerra«, indicó el funcionario estadounidense.
En septiembre, el Gobierno norcoreano había negado haber suministrado armas a Rusia o estar planificándolo, y le pidió a EEUU que «mantuviera la boca cerrada» en vez de inventar rumores.
En su nueva escalada con Corea del Sur, Pionyang disparó al menos 23 misiles al mar, y uno de ellos cayó muy cerca de las costas de su vecino y rival (a 60 kilómetros). El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, lo calificó de «invasión territorial».
(Con información de noticiasargentinas.com y Reuters)