Alemania comenzó su camino en el Mundial de Qatar 2022 con el pie izquierdo, ya que sufrió una sorpresiva derrota 2 a 1 frente a Japón. Sin embargo, las miradas no solo estuvieron puestas en el resultado, sino también al gesto que hicieron los jugadores en reclamo contra la FIFA.
En la previa al partido, los once titulares del conjunto teutón posaron para sacarse la tradicional foto. Pero todos lo hicieron cubriéndose la boca, en señal de protesta por la decisión de no permitirles usar la cinta de capitán a favor de la comunidad LGBT+.
“Queríamos usar nuestro brazalete de capitán para defender los valores que tenemos en la selección de Alemania: diversidad y respeto mutuo. Junto con otras naciones, queríamos que nuestra voz se escuchara”, expresaron desde la federación en un comunicado en sus redes sociales.
It wasn’t about making a political statement – human rights are non-negotiable. That should be taken for granted, but it still isn’t the case. That’s why this message is so important to us.
Denying us the armband is the same as denying us a voice. We stand by our position. pic.twitter.com/tiQKuE4XV7
— Germany (@DFB_Team_EN) November 23, 2022
Desde la entidad señalaron que “no se trataba de hacer una declaración política: los derechos humanos no son negociables”. “Eso debería darse por sentado, pero todavía no es el caso. Por eso este mensaje es tan importante para nosotros”, agregaron.
Y finalizaron con un fuerte mensaje que explica su gesto: “Negarnos el brazalete es lo mismo que negarnos una voz. Mantenemos nuestra posición”.
Hace unos meses, ocho de las selecciones europeas que compiten en Qatar decidieron que sus capitanes vistan una cinta con un corazón con los colores del arcoíris y la frase “One Love”, para manifestarse sobre la falta de derechos de la comunidad en el país organizador del Mundial.
“El fútbol está ahí para todos y nuestro deporte debe defender a las personas de todo el mundo que se enfrentan a la discriminación y la exclusión. Estoy orgulloso de enviar este mensaje con mis colegas de los otros equipos nacionales”, había manifestado Manuel Neuer, arquero y capitán de Alemania.
Sin embargo, la FIFA advirtió que iba a imponer sanciones deportivas a aquellos jugadores que utilicen este brazalete, ya que lo consideraron como un gesto político, algo que no está permitido en los reglamentos del organismo.
Por eso, las federaciones europeas que iban a adquirir esta medida optaron por dar marcha atrás. En un comunicado, contaron que “teníamos un firme compromiso de llevar el brazalete” y estaban dispuestas a afrontar multas económicas u otras infracciones, pero no poner en riesgo la participación de los futbolistas.
“No podemos poner a nuestros jugadores en una situación en la que puedan ser amonestados o incluso obligados a abandonar el campo de juego”, remarcaron.
Por su parte, el entrenador alemán Hansi Flick habló tras la derrota de Japón y apoyó la decisión de sus jugadores. “Creo que es una verdadera lástima que ya no se te permita defender los derechos humanos”, lamentó.