En las vísperas de la Navidad, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la mayor guerrilla todavía movilizada de Colombia, anunció un cese del fuero hasta el 2 de enero, mientras se celebran las fiestas y siguen avanzando las meses de diálogo con el Gobierno de Gustavo Petro.
Se espera que la medida, dada a conocer este lunes, pueda ser replicada por otros grupos armados, como las disidencias de las FARC y bandas como el Clan del Golfo, enfrentadas también entre ellas por el control territorial.
El comunicado del ELN fue difundido apenas una semana después de que se cerrara en Venezuela (país mediador) el primer ciclo de conversaciones, como parte del plan “Paz total” de la gestión de Petro; y a la espera de la segunda etapa, que se iniciará en 2023, en México.
A través de un video, una guerrillera del Frente de Guerra Nororiental Comandante en Jefe Manuel Pérez Martínez acompañada por seis hombres armados afirma: “El ELN sigue comprometido en continuar aportando para crear un mejor ambiente de paz en estas fechas de Navidad y Año Nuevo, por tanto decretamos un cese al fuego unilateral a partir de las 6 horas del 24 de diciembre del 2022 hasta las 6 del 2 de enero del 2023″.
Sin embargo, aclaran: «Dicho cese al fuego solo cubre a las fuerzas militares y de policía del Estado; nos reservamos en derecho a defendernos en caso de ser atacados«.
Aprovechando esta situación, el Gobierno salió rápidamente a pedir a los otros grupos tomar el ejemplo del ELN y hacer un alto el fuego, aunque sea temporal. “Aprovechamos para enviar un mensaje a todos los grupos violentos de todo tipo que están operando en el territorio, para que ojalá recojan este clamor de la ciudadanía«, afirmó el ministro del Interior, Alfonso Prada, en diálogo con la prensa, y agregó: «Esperamos pronunciamientos esta semana en relación con la posibilidad de desescalar el conflicto, de hacer ceses unilaterales y tener la posibilidad de compartir todos los colombianos y las colombianas una Navidad literalmente en paz».
El Gobierno había pedido el 14 de diciembre que se suspendan las acciones armadas en en noroeste del país, tras las denuncias de Human Rights Watch, que señalaba que un grupo estaba amenazando a las poblaciones locales y les impedía desplazarase.
La ONU celebró la noticia del alto el fuego. El representante en Colombia del secretario general, Carlos Ruiz Massieu, afirmó en su cuenta de Twitter: “Confío contribuirá a aliviar el sufrimiento y mejorar la situación humanitaria de comunidades».
El ELN es uno de los pocos grupos que todavía se mantienen movilizados en Colombia, tras haber rechazado los términos del acuerdo de paz de 2016, en el que se produjo el desarme y la reinsersión de la mayor parte de las FARC. El Gobierno de Iván Duque había retomado el diálogo, pero una serie de atentados en Bogotá forzó una nueva ruptura del diálogo. Hoy, se estima que el ELN, declarado como “grupo terrorista” por parte de EEUU y Europa, tiene unos 2.400 combatientes, con una difusa cadena de mandos. Su desmovilización ha sido una de las principales promesas de campaña de Petro, quien en su juventud militó en el grupo político armado M-19.
