Crece la preocupación por la seguridad durante la asunción de Luiz Inácio Lula Da Silva, prevista para el 1° de enero de 2023. La semana pasada, una investigación desbarató los planes de un grupo de militantes de extrema derecha, quienes simpatizan con Jair Bolsonaro, y tenían planeado impedir la toma de posesión, con financiamiento de empresarios agroindustriales y transportistas.
Pero este sábado de noche buena, según lo informó la Policía Civil de Brasil, fue detenido un hombre, sospechoso de intentar volar un camión de combustible en Brasilia, con el objetivo de “iniciar el caos” que imposibilitara la asunción de Lula. Además, señalaron que habría admitid tener planificadas explosiones en al menos otros dos lugares de la capital.
El presunto atacante fue identificado como George Washington de Oliveira Sousa, quien se reconoció como simpatizante de Bolsonaro y habría actuado en acuerdo con los manifestantes que mantienen un acampe en apoyo al presidente, frente al Cuartel General del Ejército (QG), al que vienen solicitando levantarse en armas para desconocer al nuevo mandatario.
El plan, explicaron, era “iniciar el caos” y provocar que Bolsonaro decretara el estado de sitio, de modo de habilitar así la salida de los militares a las calles.
De acuerdo a la Policía, citada por Folha de San Pablo, el sábado a la noche se detectó un artefacto en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional de Brasilia. Se identificó a Oliveira Sousa, de 54 años, como sospechoso y se inició una investigación. Hubo allanamientos y se incautaron al menos cinco explosivos similares al que usó en la camioneta, varias armas y un rifle.
Tras la detención, el jefe policial, Robson Cândido, relató: “Tenía mucho material explosivo en su residencia, lo que demuestra que tenía más intenciones”.
En su declaración, el detenido contó que también planeaba instalar explosivos en postes cerca de una subestación eléctrica en Taguatinga, instigado por “una mujer desconocida” que “sugirió a los manifestantes en el cuartel que se instalara una bomba en la subestación eléctrica de Taguatinga para provocar la falta de energía eléctrica y comenzar el caos que llevaría a la declaración del estado de sitio”.
La crónica de la agencia Télam sostiene que Oliveira Sousa se presentó como gerente de una estación de servicio en el interior del estado de Pará. Además, se informó que en octubre del año pasado obtuvo la licencia para portar armas y compró pistolas, revólveres, fusiles, carabinas y municiones.