Rodolfo Tailhade, diputado del Frente de Todos señalado como el responsable de difundir a través de una web suya los presuntos chats del ministro de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, que comprometen al Gobierno porteño y a la Corte Suprema, se despegó de las acusaciones y aseguró que la filtración responde a una “venganza” del macrismo contra el larretismo.
El legislador kirchnerista, que fue denunciado penalmente por D’Alessandro, sostuvo que para entender esta situación es preciso hacer una lectura política. “Hay que mirar al rival interno de Horacio Rodríguez Larreta en toda esta guerra”, sostuvo, señalando a la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, y al diputado y mano derecha de la referente del espacio macrista, Gerardo Milman.
“El caso de Lago Escondido surge cuando estalla el caso Milman», aseguró. Se refiere puntualmente a la denuncia de un asesor del Congreso que declaró haber escuchado un diálogo de Milman con asesoras suyas en un bar, en la que presuntamente les decía que cuando asesinaran a Cristina Kirchner él iba a estar en la Costa. Aunque el hecho no pudo ser probado completamente, los legisladores del oficialismo pidieron su remoción por “inhabilidad moral”.
Además, recordó que el propio Milman denunció a funcionarios porteños que secuestraron un auto suyo manejado por una asesora. «Esa denuncia que hace Milman contra funcionarios del Gobierno de la Ciudad termina en la fiscalía de (Augusto) Troncoso, que desestima la denuncia; pero, con una vueltita más de tuerca, comunica a Diputados que Milman había tenido una inconducta bastante seria«, cuenta Tailhade, y agrega que «este hecho es el que genera la catarata de reacciones internas«, dado que «Troncoso es íntimo amigo de D’Alessandro».
«Uno ahora asocia que aquella notificación a la Cámara de Diputados en realidad fue una picardía/operación de D’Alessandro y Troncoso contra el bullrichismo, que se cobró venganza con la filtración de los chats», concluyó.
Así, desestimó los señalamientos por ser el presunto autor de las filtraciones: “Si tuviera la capacidad de armar eso, me dedicaría a otra cosa. Si la discusión es que yo lo difundí, lo viralicé, bueno, soy culpable. Pero de ninguna manera participé del armado, del hackeo o de ninguna de esas pavadas«.
De hecho, defendió la divulgación de los chats en términos conceptuales. “Lo que hay que hacer acá es bombardear con denuncias a todo este esquema de corrupción que ha quedado claramente revelado por los chats. Después se verá si sirven como prueba o no«, indicó.
Es más, contó que ahora se está abocando a comprobar cada uno de los hechos (“delitos”, desde su perspectiva) que se mencionan en el presunto chat. “Lo peor de todo es que está absolutamente cotejado con la realidad de las cosas que pasaron. Me estoy dedicando a comparar o analizar cada cosa que se decía en el chat con lo que pasaba en la realidad en ese momento. Todos tienen un correlato en la realidad«, relató.
