Luego del intento de golpe de Estado contra Lula, la diputada electa brasileña Erika Hilton le envió una carta al flamante ministro de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira, pidiéndole que solicite a EEUU la extradición del expresidente Jair Bolsonaro.
La legisladora del PT, una activa y reconocida militante trans, asegura que el exmandatario debe regresar al país para dar explicaciones por la toma del Palacio del Planalto durante el fin de semana, de la que Bolsonaro se despegó yéndose a EEUU incluso antes de la asunción de su sucesor.
Bolsonaro no quiso estar para el acto de transición y aseguró que esa decisión buscaba minimizar el impacto de una potencial revuelta, como la que finalmente sucedió. El lunes fue internado por un fuerte dolor abdominal (reminiscencia de aquella puñalada que recibió durante la campaña de 2018), pero unas horas después fue dado de alta.
Del mismo modo, pidió la extradición del exministro de Justicia y exsecretario Anderson Torres, a quien acusa de no haber actuado enérgicamente para evitar la formación de estos grupos golpistas y sus acampes frente a los cuarteles para exigir la salida de las fuerzas a las calles. Hilton calificó al accionar de Torres como “irresponsable”.
Y agrega: “Jair Messias Bolsonaro, como líder político de los extremistas que atentan contra el orden democrático, aunque actualmente reside en Estados Unidos, puede estar dando órdenes, emitiendo señales o mensajes estratégicos para que los crímenes en curso en Brasil se siguen practicando. Se abre la posibilidad de que el señor Jair Messias Bolsonaro esté fuera del país para eludir los procesos e investigaciones en curso promovidos por la Justicia brasileña, exigiendo su extradición como medida para garantizar el orden público y democrático”.
Y concluye: “Es claro que los hechos delictivos se dieron por razones eminentemente políticas y con liderazgo, en un principio oculto, a partir de un desacuerdo antidemocrático en relación a los resultados de las urnas y la propia diplomacia”.
Por su parte, el propio Torres se desligó de la toma a través de sus redes sociales. “Estoy de vacaciones con mi familia. No hubo complot para que esto sucediera”, se defendió.
Pero todo parece indicar que Bolsonaro no podrá quedarse por mucho tiempo en EEUU, simplemente por cuestiones burocráticas. El vocero del Departamento de Estado de los EEUU, Ned Price, advirtió que Bolsonaro no puede quedarse en Estados Unidos con la visa de jefe de Estado con la que ingresó. Tiene 30 días desde que dejó la presidencia para solicitar el cambio de categoría de visa, es decir, antes del 1° de febrero.
De acuerdo a Price, “si alguien ingresa a los EEUU con una visa A, que es esencialmente una visa diplomática para diplomáticos o jefes de estado extranjeros, y si el titular de una visa A ya no está involucrado en asuntos oficiales relacionados con sus distritos, queda a criterio del titular visar para salir de EEUU o solicitar un cambio a otro tipo de autorización migratoria en un plazo de 30 días”. En caso contrario, podría ser deportado.
(Con información de NoticiasArgentinas.com)