Mañana, viernes 24 de febrero, se cumple un año de la invasión de Rusia a Ucrania. En un pueblo de la zona del Dombás se encuentra la Legión Internacional de Combatientes conformada por personas de distintas partes del mundo entre las que hay aproximadamente 15 argentinos que ya sea en defensa de sus antepasados o por vocación profesional, decidieron sumarse para pelear y defender al pueblo liderado por Volodímir Zelensky.
El 27 de febrero pasado, tres días después de que comenzara la guerra, las autoridades de Kiev pusieron en marcha La Legión Internacional de Defensa Territorial de Ucrania e hicieron un llamado a nivel mundial mediante la red de embajadas con el objetivo de conseguir voluntarios que quisieran ir a luchar. Si bien la convocatoria fue global, había una consigna clara: los inscriptos debían tener algún tipo de experiencia militar, ya que, los ucranianos no querían entrenar principiantes, según informó Noticias Argentinas.
Por lo tanto, tras pasar una seria de severas pruebas y ser aprobados por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania, los voluntarios tenían que llegar por sus propios medios a la frontera y ahí adentrarse en el frente de batalla.
Uno de los que decidió pelear por Ucrania es Pablo Czornobaj quien tiene 34 años y proviene de Wilde, provincia de Buenos Aires. Pablo tomó la decisión a raíz de su historia familiar: su abuelo paterno, Volodymyr Chornobay, arribó a la Argentina a principios de 1920. Además, tiene conocimiento del mundo militar, debido a que, su padre Héctor se desempeñó como suboficial del Ejercito argentino.
Al igual que Pablo, Germán Ferrero también decidió sumarse al frente de batalla pero sus razones son distintitas. Nacido en la ciudad de San Franciso, Córdoba y exsoldado del Ejército, explicó que su motivo se basa en «un ideal y para ayudar a la gente que realmente lo necesita».
Por su parte, Isidro Lorenzo Kenig, quien vivía en Constitución (CABA) y tiene 29 años, trabajaba como reservista en las Fuerzas Armadas argentinas y fue su vocación militar la que lo llevó a tomar la determinación de ir a defender a Ucrania.
Otros argentinos que están en en la zona de conflicto prefirieron permanecer anónimos y darse a conocer por sus nombres de guerra, como el caso de «Pela», un exmiembro de misiones de paz nacido en Santa Fe y «Coca» oriundo de La Patagonia.
Otra es la historia de un joven argentino de 19 años, que sufrió una herida en una de sus piernas como consecuencia de la esquirla de una bomba rusa, pero no fue una herida grave para su salud.
En contraposición, una de las bajas que más afectó al grupo de voluntarios fue la muerte de Taras Kuzmin: nacido en Odessa, arribó a la Argentina en 2004 con su hermano menor, Nazar, y se asentaron en El Calafate, provincia de Santa Cruz. El 17 de marzo, cuando Rusia ya había invadido Ucrania, Taras decidió viajar a Europa y unas semanas más tarde su hermano más chico hizo lo mismo.
A principios de noviembre del año pasado, Taras, llamado «Comandante Argot» y considerado uno de los referentes del «batallón de hispanos», perdió la vida a raíz de un tanque ruso mientras se encontraba en su trinchera.
(Con información de NoticiasArgentinas.com)