En su debate del miércoles por la noche con la senadora Kamala Harris , el vicepresidente Mike Pence defendió a Donald Trump lo más hábilmente que pudo, dado que la resurgente crisis del COVID-19, que Pence está a cargo de manejar, significaba que el debate debía realizarse con divisores de acrílico.
Pero es probable que nada de lo que dijo Pence amenazara el liderazgo del ex vicepresidente Joe Biden. Y nada de lo que hizo desalojó una mosca decidida de su cabeza donde aterrizó, y se quedó, durante casi dos minutos mientras defendía el apoyo de la administración Trump a la aplicación de la ley.
La mosca era el elefante en la habitación, por así decirlo: un recordatorio de que no importa cuán fuertemente retrató Pence a la administración a través de sus logros, es imposible ignorar los pasos en falso.
Pence lidera el grupo de trabajo sobre coronavirus de la administración, por lo que las críticas a la respuesta de Trump finalmente recaen sobre él.
El debate de 90 minutos de Harris y Pence en la Universidad de Utah en Salt Lake City fue la calma después de la tormenta que fue el debate entre el presidente Donald Trump y el exvicepresidente Joe Biden. Ambos querían más tiempo para dirigirse a los votantes durante su único debate, pero mantuvieron las interrupciones al mínimo, aunque discutieron sobre lo que constituía un «hecho».
Harris anotó al encontrar la oportunidad de compartir su historia personal como hija de un padre jamaicano y una madre india. También evitó los momentos que harían fácil descartarla como una «mujer negra enojada» o «desagradable», estándares injustos pero inevitables que una mujer, y especialmente una mujer de color, probablemente tenía que cumplir.
Durante toda la noche, Pence defendió constantemente a la administración Trump como luchador por el pueblo estadounidense y defendió su respuesta tan criticada a la nueva pandemia de coronavirus afirmando, básicamente, que podría haber sido peor. Pence lidera el grupo de trabajo sobre coronavirus de la administración, por lo que las críticas a la respuesta de Trump finalmente recaen sobre él.
Además de presionar a Harris para que respondiera si Biden llenaría la Corte Suprema, una pregunta que ella no respondió, Pence era un maestro en el arte de la redirección. Incluso en segmentos aparentemente no relacionados, Pence devolvió la conversación al impacto financiero que tendría una administración de Biden en el estadounidense común.
En la mayoría de las elecciones, el debate vicepresidencial pasa a un segundo plano frente a los debates presidenciales, pero como ha sido el caso con la mayoría de las cosas en 2020, este año es diferente.
Pence criticó a Harris por su apoyo de larga data al Green New Deal, diciendo que «enterraría» la economía y señaló los mandatos que impondría a los estadounidenses en un momento en que algunos se sienten frustrados por las restricciones implementadas por el nuevo coronavirus. También criticó el argumento de que Biden prohibiría el fracking, lo que dejaría a la gente sin trabajo y derogaría el recorte de impuestos de Trump que Pence dijo a los votantes que pondría más dinero en los bolsillos de los estadounidenses.
Harris no argumentó su apoyo al Green New Deal, pero dijo al menos dos veces que Biden no «terminará con el fracking». Si bien no estuvo de acuerdo con gran parte de lo que Pence tenía que decir durante el debate, su oposición más acérrima fue a sus comentarios sobre el plan de Biden para los impuestos de los estadounidenses.
Encuesta de CNN / SSRS sobre el desempeño del debate vicepresidencial.
STATISTA. Gentileza Newsweek.
«Eso no es lo que dije», respondió Harris cuando Pence comentó que momentos antes, dijo que Biden aumentaría los impuestos. Biden, dijo, había sido «muy claro» que no aumentaría los impuestos excepto para aquellos que ganan más de $ 400.000 al año. Es un movimiento que puede ser un buen augurio para Harris, ya que solo se estima que uno o dos por ciento de los estadounidenses se encuentran dentro de ese grupo, por lo que los votantes que estaban prestando atención a la respuesta del senador pueden descartar la afirmación de Pence de que Biden aumentará los impuestos.
El tema del nuevo coronavirus fue, literalmente, el centro del escenario en el debate.
Mientras que Pence mantuvo su comportamiento formal característico y su tono uniforme, Harris usó un pequeño desliz por parte del moderador para enviar un mensaje a los votantes de que ella es una persona común, como ellos. Cuando Susan Page, jefa de la oficina de Washington para USA Today, la llamó «Kamala Harris» antes de corregirse rápidamente para dirigirse a ella como «Senadora Harris», la senadora sonrió y dijo: «Está bien, soy Kamala». En otros momentos, adoptó un tono más firme, solicitando que Pence no la interrumpa y que se le conceda el tiempo adecuado para responder.
En la mayoría de las elecciones, el debate vicepresidencial pasa a un segundo plano frente a los debates presidenciales, pero como ha sido el caso con la mayoría de las cosas en 2020, este año es diferente. Entre las interrupciones y las conversaciones, los votantes aprendieron poco del primer debate, por lo que es posible que hayan estado mirando a Pence y Harris para explicarles el Estados Unidos que les espera si su boleta gana en noviembre.
El tema del nuevo coronavirus fue, literalmente, el centro del escenario en el debate, ya que ambos candidatos se sentaron detrás de plexiglás para prevenir la infección, y Harris se expresó fuerte y lo calificó como el «mayor fracaso de cualquier administración presidencial» en la historia de Estados Unidos. Señaló la cantidad de muertes y casos, así como segmentos del libro del periodista Bob Woodward que revelaban que a Trump se le había dicho desde el principio la gravedad del brote, lo que podría sembrar dudas en las mentes de los votantes sobre cuánta confianza podían depositar.
Al exponer sus puntos sobre la estrategia de la Casa Blanca, en repetidas ocasiones mencionó cómo afectaba directamente a los estadounidenses individuales. Les pidió que consideraran la diferencia que habría significado en sus propias vidas si tuvieran conocimiento de la misma información que tenía la administración y vincularon la «ineptitud» de la respuesta de la administración Trump con las dificultades financieras de las personas.
Pence, quien encabeza el Grupo de Trabajo sobre Coronavirus de la Casa Blanca, rechazó las críticas de Harris a su estrategia. Volviendo a centrarse en los puntos clave de conversación de la administración, destacó la suspensión de los viajes desde China, respaldándola con elogios del Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID). También luchó contra las críticas de Harris de que la administración Trump no mantuvo a la gente debidamente informada mediante los comentarios de Fauci, quien es ampliamente respetado por ser un narrador de la verdad, de que Trump regurgitó lo que se dijo en la Oficina Oval durante las conferencias de prensa.
En resumen: Harris se desempeñó tan bien como necesitaba y Pence, un poco mejor. Pero dada la falta de fuegos artificiales o momentos impresionantes, es poco probable que este debate haya cambiado la opinión de alguien. Eso lo convierte en una victoria para Biden, ya que las encuestas muestran cada vez más que se está alejando.
PUBLICADO EN COLABORACIÓN CON NEWSWEEK. PUBLISHED IN COLLABORATION WITH NEWSWEEK.
