Este jueves, el Parlamento de Turquía finalmente dio marcha atrás con su veto al ingreso de Finlandia a la OTAN, y ahora es inminente su adhesión formal a la alianza militar, que consolida su poder en el norte de Europa, en un contexto de gran tensión con Rusia.
Turquía era el único de los 30 países de la OTAN que no había votado a favor de su ingreso, solicitado junto a Suecia luego del inicio de la invasión rusa a Ucrania. Pero tras meses de negociaciones, los legisladores, con el visto bueno del presidente Recep Tayyip Erdogan, lo aprobaron con el voto positivo de los 276 legisladores presentes en la sesión.
Este viernes, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, celebró la decisión de Ankara y confirmó que “los 30 aliados han ratificado ya el protocolo de adhesión”, por lo que es cuestión de días la incorporación formal al bloque militar. «Finlandia se unirá formalmente a nuestra alianza en los próximos días”, anticipó el dirigente.
El presidente finlandés, Sauli Niinisto, agradeció a los Estados miembros por “la confianza y el apoyo”.
El Parlamento turco, con el guiño de Erdogan, aprobó este jueves el ingreso de Finlandia a la OTAN (Reuters)
Sin embargo, Turquía mantiene todavía el bloqueo respecto a Suecia, un caso más complejo en términos diplomáticos: Erdogan acusa a Suecia de encubrir a turcos que su Gobierno considera “terroristas” por su presunta participación en un fallido intento de golpe de Estado en 2016, y viene solicitando su extradición desde hace tiempo.
La oposición turca criticó fuertemente a Erdogan por su veto a Suecia, asegurando que el mandatario está utilizando la política internacional para dirimir cuestiones locales. En ese sentido, expresaron su deseo de votar la incorporación sueca luego de las próximas elecciones, en las que resulta probable que Erdogan deje el poder.
