Es una porción estratégica del electorado que todos buscan seducir y en un balotaje vale oro. En Brasil fue fundamental en el resultado. Se trata de los 7 millones de argentinos evangélicos, el movimiento religioso que más creció en la última década y representa al 15% de la población del país.
Existen unas 15 mil iglesias a lo largo y ancho de la Argentina y más de un tercio se encuentran en el conurbano bonaerense.
En el último tiempo hubo acercamientos al sector tanto de oficialistas como de la oposición.
Apenas pasada la última navidad, el 26 de diciembre de 2022, Alberto Fernández se reunió con la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA). Su presidente, Christian Hooft, junto a otras autoridades de la alianza, estuvieron reunidos con el mandatario durante 1 hora y media. La Secretaría de Culto de la Nación calificó la reunión como “amable, positiva y de intercambio”.
A fines de 2019, ACIERA se acercó al Frente de Todos cuando se realizó la campaña “Argentina Contra el Hambre”. Sin embargo, los pocos referentes evangélicos que están orientados a la política están ligados al PRO. Uno de los casos surgió en la provincia de Santa Fe, con “Una Nueva Oportunidad”, el partido evangélico que hoy tiene presencia en 14 provincias.
Otro de los nexos de Juntos por el Cambio con el sector es el extitular del Instituto de la Vivienda porteño y actual diputado, Gabriel Mraida, hijo del pastor Carlos Mraida, quien reemplazó a Waldo Wolff. “Es una responsabilidad y un honor muy grande. También es una oportunidad para seguir trabajando por el país que soñamos todos los que acompañamos a Horacio Rodríguez Larreta”, publicó en su cuenta de Twitter.
A quién también se acercó el arco político es al líder multimillonario e internacional, Andrés Palau, quién se reunió con el Jefe de Gobierno porteño, cuando visitó la Argentina y realizó un encuentro en pleno Palermo. Durante esos días también mantuvo reuniones con algunos referentes del Frente de Todos, entre otros, con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof.
En pleno debate sobre la legalización del aborto, la presidenta del Consejo Social de CABA, Cynthia Hotton, intentó comandar el voto evangélico, más conservador y distante a muchas propuestas progresistas. Sin embargo, no logró ser acompañada en las urnas y obtener la banca para diputada.
Por el momento no parece haber una coordinación política a nivel país en el movimiento y el voto sigue siendo una cuestión más individual que de corriente. De todas maneras, oficialismo y oposición saben de su importancia. Tienen en cuenta lo que ocurrió en Brasil, cuando Jair Bolsonaro casi obtiene la Presidencia en el balotaje gracias al apoyo evangélico.