Licenciado y Profesor en Ciencias Sociales y Políticas, Productor vitivinícola, también fue Secretario General de la Presidencia del PRO, y Director en el Ministerio de Seguridad de la Nación durante el gobierno de Juntos por el Cambio. Forma parte de la nueva política joven del PRO, y se destaca por su conocimiento en estrategia política. Es mano derecha de Patricia Bullrich.
Es un destacado conocedor de la política actual. Pero ¿cómo surgió la política en su vida?
-Desde chico sentí un gran interés por la política. En mi casa, nadie de mi familia se había involucrado activamente, pero siempre hubo mucho debate y discusión. Mi abuelo, catalán de nacimiento, era republicano antifranquista, y había venido a la Argentina huyendo del régimen de Francisco Franco. Y luego se encontró con Juan D. Perón… (ríe), así que se hizo antiperonista e hizo a mi madre muy antiperonista, radical de pura cepa. Mi otro abuelo, el papá de mi papá, era un laburante del conurbano. Vivió el peronismo como tantos otros trabajadores, como un reconocimiento a muchos de sus derechos. Lo hizo a mi papá peronista. Nos criaron a mis hermanas y a mí en un ámbito de diversidad, de debate, de respeto por las ideas del otro. Eternamente les voy a estar agradecido, soy quien soy, y tengo la libertad de pensamiento que tengo, gracias a que me enseñaron a pensar libremente y luchar siempre por lo que creo. En mi casa había muchos libros de historia y pensamiento político, pero todo era una gran ensalada, desde el pensamiento nacional de Jauretche, Scalabrini Ortiz, y Abelardo Ramos, pasando por historiadores brillantes como Félix Luna y Luis Alberto Romero, hasta manuales económicos de Cavallo, Prebisch, Terragno o Ferrer. Creo que ese cóctel de referentes tan distintos me dio una mirada muy abierta de la realidad, no sectaria.
A los 15 años les mande un email a una veintena de diputados porque estaba enojado y frustrado con lo que pasaba en el país. El jefe de despacho de uno solo me contestó: el de Martin Yeza (hoy intendente de Pinamar) y me dijo: “¿Y vos que hacés para cambiar esto?”. Y ahí me involucré. Al poco tiempo la conocí a Patricia (Bullrich), y no aflojé nunca más, encontré mi vocación en la vida.
¿Quiénes son sus influencias políticas más destacadas del siglo XX?
-Soy fanático de Winston Churchill. Un hombre único, como político, estadista, como persona. Un líder de la historia. Un hombre que hizo lo que tenía que hacer cuando lo tenía que hacer. Que dio la guerra que había que dar contra el nazismo sin especular. Creo que la influencia no solo de sus ideas, sino de sus lógicas me marcaron mucho. Sus memorias de la Segunda Guerra Mundial son un manual de liderazgo que el mundo necesita tanto hoy en día. Y desde lo teórico académico las ideas de la libertad me envolvieron. Ayn Rand y su Rebelión del Atlas me marcaron también. Creo verdaderamente en las libres decisiones de las personas.
¿Qué análisis podría hacer de los últimos 30 años de Argentina?
-Es un análisis duro. Tengo 31 años, y desde el día que nací, todos los indicadores a la fecha son peores: en educación, en salud, en inseguridad, en desempleo, en inflación, en poder adquisitivo. Es una Argentina que sangra y que muchos de mis amigos se van porque no ven oportunidad, no ven futuro. Creo que tenemos que recuperar la esperanza, de una forma sui generis, como dice el filósofo Santiago Kovadloff, con el optimismo del esfuerzo. Con la esperanza, la espera, por sí sola no alcanza.
Tenemos que ser optimistas, y tenemos que esforzarnos. Tenemos que transitar un camino que no es fácil. ¿Pero acaso es fácil vivir como estamos viviendo ahora? ¿En esta eterna agonía?. La congoja de la Argentina termina en la muerte de la Argentina. No, tenemos que animarnos a cambiar y a cambiar para siempre. Estoy convencido de que el 10 de diciembre se inicia un nuevo, y esta vez permanente y constante, camino de crecimiento de nuestro país. Y creo que Patricia es la persona para hacerlo.
¿Cuál es su visión acerca del peronismo y el kirchnerismo, y que impacto tuvieron en Argentina?
-El kirchnerismo gobernó la mitad de mi vida, y todos los indicadores son cada vez peores. No puedo tener una visión positiva de su gestión. Pero más aún, creo que el daño cometido es aún más grave. Nos hundieron generacionalmente en la desesperanza, en que la cosa no va a cambiar. En que es así y te tenés que conformar. Que no hay que esforzarse, y que no existe el mérito. Y que cobres un plan social porque total no vas a poder progresar. El kirchnerismo terminó con la idea de progreso en la Argentina: 20 años de planes sociales, y tenemos el mayor índice de pobreza de nuestra historia.
¿Por qué las internas son cada vez más complicadas en los espacios políticos?
-Hay un mundo occidental que está en problemas. Los gigantes asiáticos avanzan a pasos agigantados, y las democracias liberales de occidente crujen. Proliferan las autocracias y lógicas populistas en Latinoamérica. A esto, Mannin lo llama “metamorfosis de representación”, otros como Edelman o Cheresky hablan de la crisis de partidos políticos que ya no representan, y en cambio es el espectáculo político con un proceso de personalización de la política muy fuerte. Desde mi punto de vista, y he teorizado sobre esto en un paper que titulé “El Uber de la Política”, los mecanismos de gobernanza del siglo XX, están obsoletos, son anacrónicos. Planteamos soluciones nacionales en un mundo globalizado. Varios han teorizado sobre esto, como Noah Harari, y hablan de los problemas del siglo XXI: pandemias, inmigración, impuestos nacionales en un mundo de empresas multinacionales.
Hoy tenés un joven que nació, se crió y estudió en Argentina, vive en Italia, trabaja a distancia para una empresa sueca y tributa impositivamente en Texas, Estados Unidos. ¡Las carreras universitarias duran 6, 8, 10 años! No hay forma. El mundo del trabajo cambio, el de las comunicaciones, el de la movilidad y con ello las relaciones de poder: hoy Santi Maratea parece más eficiente que Alberto Fernández para combatir los incendios de Corrientes. Hoy, cambiaron las relaciones de poder, el mundo cambio, y los mecanismos de gobernanza son anacrónicos: un instagramer le debate de igual a igual a un Presidente.
Pertenece al espacio de Patricia Bullrich. ¿Qué destacaría de ella y por qué debería ganar la Presidencia a su entender?
-Patricia es la persona que mejor ha sabido interpretar el dolor y la desesperación de la sociedad. Estuvo cuando nadie más estaba, y no estuvo encerrada en su casa, estuvo al lado de la gente. Eso la sociedad se lo reconoce. Es una mujer sencilla, que fue ministra de Seguridad, se enfrentó a los narcos, puso presos a Los Monos y anda sin custodia por la vida. Va al supermercado y anda en bicicleta. En una sociedad agotada de los privilegios de los políticos, Patricia es honesta y coherente; cuando sea presidenta va a hacer un gobierno austero. Como dice Ricardo López Murphy, cuando acabemos la acción de gobierno, Patricia se irá con la frente en alto y los bolsillos flacos. Es una mujer decidida, determinada, no le tiembla el pulso. Va a tener el coraje y la valentía de enfrentar a las mafias que van a querer frenar el cambio en la Argentina. Y lo va a poder hacer, liderando, no solo un gran equipo que tiene, sino a una sociedad movilizada que está decidida a cambiar. Ella habla con la verdad, y va de frente. No dice lo políticamente correcto. Y se planta ante esa verdad, como cuando se le plantó a Moyano en el pasado, también en el caso Maldonado para defender la verdad, y cuando se plantó en la cuarentena y por las vacunas cuando otros te decían “quedate en casa”. No afloja jamás, ni tampoco especula. Tiene el liderazgo, el plan y la fortaleza que hace falta para ordenar y cambiar la Argentina.
En el pasado, fue parte del Ministerio de Seguridad de la Nación. ¿Cómo ve actualmente la acción del Estado frente al Narcotráfico?
-Aníbal Fernández es ministro de Seguridad, ¿qué política se puede esperar contra el narcotráfico? Todos los indicadores que habíamos mejorado, empeoraron. La ciudad de Rosario está tomada por el narco, y en la Patagonia hay regiones enteras que no rige la Constitución Nacional. Los homicidios aumentan sin parar todos los días. La situación es preocupante.
¿Cuál cree que será la actuación de Juntos por el Cambio en las próximas elecciones a nivel nacional, y en los diferentes distritos?
-Juntos por el Cambio va a gobernar el país, y muchas más provincias de la Argentina. Mauricio Macri fue y es un gran líder, no solo por su gobierno, sino fundamentalmente porque fundó una fuerza capaz de ganar, gobernar, perder, resistir, y que ahora va a volver a ganar. Su liderazgo hizo un primer tiempo posible, y estoy seguro que desde otro lugar va a contribuir a este segundo tiempo. Y estoy convencido de que cuando Patricia sea presidenta tendremos un verdadero gobierno de Coalición de Juntos Por el Cambio, con actores relevantes de las distintas fuerzas políticas, pero fundamentalmente un gobierno integrado por referentes de todo el país. Un verdadero gobierno federal, como nos merecemos los argentinos.