Argentina transita una situación preocupante con respecto a la pobreza que afecta principalmente a los niños y adolescentes, quienes ven vulnerados muchos de sus derechos.
El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) realizó un informe llamado “Retorno a la senda de privaciones que signan a la infancia argentina”, en el que muestra datos que alarman: 6 de cada 10 menores son pobres y creció el trabajo infantil.
El estudio, que analiza varios indicadores entre 2010 y 2022, menciona que la mayoría “experimentaron significativos retrocesos” tras la pandemia del COVID-19. Además, “la incidencia de las privaciones de recursos que experimentan niños, niñas y adolescentes continúan siendo muy elevados y mantienen brechas de desigualdad social muy significativas”.
Según los datos, el 61,6% de los niños y adolescentes de entre 0 y 17 años se encuentran en situación de pobreza económica, lo que representa a 8,2 millones de personas; mientras que 1,6 millones (13,1%) son indigentes.
Si se considera la pobreza multidimensional (que incluye otros factores como el acceso a educación, alimentación, vivienda y salud entre otros), el 61,3% se encentran bajo esta condición, a la vez que el 19,4% está bajo el “umbral severo”.
En cuanto a la alimentación, el 31,4% padece inseguridad alimentaria total (redujeron su dieta de alimentos por cuestiones económicas). Mientras que el 12,3% tiene inseguridad alimentaria severa: es decir, han tenido “hambre” por falta de alimentos.
En ese sentido, la UCA destaca que el 49,8% de los menores recibe la Asignación Universal por Hijo (AUH) u otra prestación social familiar. Además, el 59,3% de los niños recibe algún tipo de alimentación gratuita ya sea en comedores, en la escuela u otros espacios.
Sin embargo, uno de los datos que más preocupan es el que corresponde al importante aumento que ha tenido el trabajo infantil entre los niños y adolescentes de entre 5 y 17 años.
El informe señala que tras una abrupta caída en 2020, en dos años casi se triplicó: pasó del 5,3% al 14,8% de menores que realizan trabajos domésticos intensivos o trabajos en actividades económicas.
Además, advirtieron que el mayor incremento se dio en las clases muy baja, baja y media baja, con aumentos que alcanzaron un promedio de 10 puntos porcentuales, lo que aumentó la desigualdad social.