En febrero pasado, el presidente ruso, Vladimir Putin, había anunciado que su país abandonaba el tratado New START, el único acuerdo de no proliferación de armas nucleares que estaba vigente.
Pese a las negociaciones posteriores, se negó a sentarse nuevamente a la mesa de negociaciones y escaló su discurso bélico sobre el posible uso de armas nucleares durante la guerra en Ucrania, e incluso comenzó a movilizar misiles con ojivas nucleares a sus fronteras (sobre todo a Bielorrusia, pero informes también indican que al Báltico).
Tras retirarse del acuerdo nuclear, Rusia despliega sus ojivas por tierra, agua y aire
Sin embargo, el todo momento Moscú dejó en claro que no tenía intenciones de superar los máximos establecidos por el START respecto a la cantidad de armas con capacidad nuclear y reiteró su compromiso de seguir enviando toda la información necesaria. El tratado vence en 2026.
Fracasadas las negociaciones y denunciando incumplimientos rusos permanentes, EEUU anunció que dejará desde esta semana de proporcionar a Rusia algunas notificaciones exigidas, como la ubicación de sus misiles y lanzadores. Pese a ello, prometió seguir cumpliendo los “lineamientos generales”.
La noticia encendió las alarmas sobre una eventual escalada, pero este viernes Washington dejó abierta la puerta a una nueva instancia de diálogo: aseguró que respetará los límites del START si Rusia también lo hace.
De acuerdo a lo adelantado por la Casa Blanca, el asesor de seguridad nacional de EEUU, Jake Sullivan, formalizará la propuesta durante un discurso ante la Asociación de Control de Armas. Fuentes del Gobierno le confiaron a la agencia Reuters que la administración de Biden está abierta a reanudar las conversaciones incondicionales con Moscú, incluida la sustitución del New START por un nuevo convenio.
Vale recordar que China no está incluida en el acuerdo y que sigue incrementando su arsenal, por lo que EEUU también quiere que Rusia entienda los riesgos y presione a Pekín para adherirse a un potencial nuevo tratado. Esto pareciera ser difícil, ya que Rusia está potenciando su alianza con China, en el marco del nuevo orden bipolar (entre Occidente y Oriente) que ha comenzado a configurarse en el mundo.
(Con información de Reuters)