La votación anticipada para las elecciones presidenciales de Estados Unidos del 3 de noviembre comenzó el lunes en el crucial estado de Florida, donde un récord de 28 millones de estadounidenses ya han emitido su voto a solo dos semanas del final de la campaña.
El actual presidente del país, Donald Trump, a quien se le acaba el tiempo para cambiar el rumbo de una carrera de la que las encuestas muestran que saldrá como perdedor, visitará el estado de Arizona el lunes después de celebrar un mitin en Nevada el domingo, instando a sus partidarios a votar ante las señales de que los demócratas están liderando el aumento de la votación anticipada.
Su contrincante demócrata Joe Biden, que el domingo visitó el también decisivo estado de Carolina del Norte en un acto de campaña, pasará el día en su base de operaciones en Delaware, mientras que su compañera de fórmula, la senadora Kamala Harris, se dirige a Florida para animar a sus partidarios en la votación anticipada.
La opinión más extendida es que Donald Trump está obligado a obtener una victoria en Florida, ya que su camino hacia la victoria se estrecharía notablemente de perder en este estado. El premio en juego en el estado, 29 votos electorales, está empatado con Nueva York en el tercer lugar de los estados de EEUU, tan sólo por detrás de los de California y Texas, en la carrera por los 270 votos del Colegio Electoral que determinan el ganador en el sistema presidencial estadounidense.
Una encuesta de Reuters/Ipsos realizada entre el 7 y el 14 de octubre mostró que Biden contaba con el 49% de los apoyos y Trump con el 47%, dentro del margen del intervalo de credibilidad de la encuesta de 4 puntos porcentuales.
