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Pasión crucerista: mucho más que una manera de viajar
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Pasión crucerista: mucho más que una manera de viajar

Los viajes en crucero han adquirido gran auge. Hoy en día, estas aventuras marítimas son una tendencia que se consolida año a año, no solo en el país sino también en el mundo. Vacacionar a bordo de los monarcas de los mares, puerto por puerto, brinda la posibilidad de descubrir una gran cantidad de destinos turísticos desde la comodidad de navíos con todos los lujos.

En el imaginario colectivo la palabra crucero despierta la fantasía de que durante la travesía nos convertiremos en protagonistas de una historia en el que los privilegiados no son solo los destinos sino nosotros mismos. En buena medida eso es cierto, pero también en ese mundo de satisfacciones hay ´upgrades´ que terminan convirtiendo la ilusión en palpable realidad. Pues hay afamadas empresas navieras que simplemente son elegidas no solo por sus itinerarios, también por la alta calidad del servicio ofrecido.

Algunos cruceros son ciudades flotantes donde es posible realizar un sinfín de actividades a bordo. Los “cruceristas” entendidos saben valorar las innumerables propuestas de entretenimiento para divertir a grandes y chicos y mucho relax para satisfacer todas las necesidades de sus pasajeros, estimulando su tranquilidad y comodidad.

No obstante, la gastronomía también juega un rol protagónico en este tipo de viajes y por eso no sorprende la variedad de opciones existentes; existen hasta viajes temáticos que giran alrededor de las experiencias culinarias.

ESTILO MARÍTIMO

Para los que viajan en familia, con amigos o en pareja, los más aventureros que se animan a experimentar algo distinto, o los que solo buscan descansar y relajarse, para todos ellos vacacionar en un crucero es una opción ideal. Esta ola expansiva llegó al mercado argentino: mientras cada vez más argentinos eligen este tipo de propuestas, la Terminal Quinquela Martín en la Ciudad de Buenos Aires se convirtió en una importante puerta de entrada para los cruceristas extranjeros. Independientemente de la estacionalidad de la industria, durante esta última temporada, provinieron principalmente de Brasil, en segundo lugar de la región de EE.UU. y Canadá, y de Europa.

“Durante la temporada cruceros en 2022- 2023 hubo 124 recaladas de cruceros, 6 recaladas más respecto a la temporada 2019-2020. Además, la mitad de los cruceros arribados al puerto de Buenos Aires fueron de gran capacidad, mayor a 2000 pasajeros. Las recaladas de los cruceros de gran tamaño representan un 18% más respecto a la temporada 2019-2022”, asegura Lucas Delfino, presidente del Ente de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires (ENTUR).

Si bien la mayor parte de las recaladas se concentraron en verano durante los meses de diciembre, enero y febrero (75%), dichas estadísticas demuestra sin duda alguna que la Argentina vive hasta el momento una explosión de viajeros cruceristas.

Un viejo refrán dice que ´las cifras no mienten´ y Lucas Delfino lo corrobora al afirmar que “348.000 pasajeros pasaron por la terminal de cruceros, entre aquellos embarcados, desembarcados y en condición de tránsito durante la última temporada. Esto equivale al 88% de los pasajeros que circularon por la terminal en la temporada 2019-2020 (394.000)”.

Otro dato no menor que refleja la pasión crucerista es la evolución de recaladas que hubo esta temporada en la Terminal Quinquela Martín: llegó por primera vez a Buenos Aires un crucero con capacidad mayor a 5000 pasajeros. “Se trata del MSC Seaview, que recaló en tres oportunidades en el puerto porteño”, dice con orgullo Delfino.

VIDA A BORDO

Es curiosa la sensación que invade al pasajero cada vez que pasa sin problemas por el “check point” de ingreso al barco. Se entra en una dimensión muy placentera. Se sabe que a partir de ese momento no deben preocuparse por nada. Un sinnúmero de personas que componen la tripulación se ocuparán de satisfacer todos sus deseos. Lo único que tienen que hacer es elegir entre decenas de alternativas para pasarla bien. Excelentes restaurantes, teatros, bares, casinos y espectáculos rivalizan con las ofertas de juegos de salón, charlas, cine, cursos de toda índole y, por supuesto, actividades recreativas al aire libre donde las piscinas y los hidromasajes son los más requeridos.

Embarcarse en crucero es un mundo de posibilidades. En primer lugar, uno de sus grandes beneficios es quizás el más obvio: la posibilidad de conocer una gran cantidad de destinos en un mismo viaje –algunos de ellos todavía poco conocidos dentro de los circuitos tradicionales– a un precio accesible, comparado con la opción de hacerlo de manera independiente, y sin cambiar de hospedaje.

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Por otro lado, ir de puerto en puerto ofrece la posibilidad de realizar magníficas excursiones en tierra, realizar itinerarios distintos según el tipo de viaje y el tiempo disponible. Además, otra ventaja es que el huésped no tiene que ocuparse de organizar nada, simplemente de elegir la alternativa que más le interese, y dedicarse a disfrutarla.

Otra de las sensaciones más excitantes que brindan las aventuras en alta mar, es el descubrimiento de culturas e historias de diferentes rincones del mundo. Vivir a bordo con huéspedes de distintas nacionalidades es posible conocer gente fascinante y sociabilizar. Pero eso no es todo, no es raro encontrar almas viajeras que han estado en muchos cruceros diferentes y es porque son adictos a ese sentimiento que se vive a bordo. Sentarse en el balcón del camarote contemplando las aguas del mediterráneo o ver las noches estrelladas recorriendo las costas, son experiencias inigualables.

En resumidas cuentas bien puede decirse que en estos cruceros el viajero está ubicado en el palco para mirar el mundo. ¡Todo organizado para disfrutar desde el océano!

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