Por Tom O’Connor, de Newsweek
Mientras el presidente de EEUU, Joe Biden, se preparaba para celebrar el Día de la Independencia en Washington, D.C., el primer ministro indio, Narendra Modi, comenzó a organizar una cumbre virtual junto con sus homólogos de China, Rusia, Pakistán y varias otras naciones para firmar nuevos acuerdos en línea con un creciente bloque de potencias no occidentales.
En comentarios compartidos con Newsweek, la oficina de prensa de la Secretaría de la Organización de Cooperación de Shanghái (SCO) describió las aspiraciones del grupo y lo que se espera de la reunión del Consejo de Jefes de Estado (HSC) el martes, incluida la obtención de la membresía de Irán y la ampliación de un camino para Bielorrusia para unirse también.
«La Cumbre de la OCS es una plataforma para demostrar las aspiraciones comunes de los Estados miembros y presentar iniciativas muy necesarias», dijo la oficina de prensa, «una plataforma que se vuelve cada vez más necesaria en un momento de turbulencia política mundial y el aumento de amenazas devastadoras y retos».
El encuentro se realiza bajo el lema SECURE, acrónimo ideado por Modi para incorporar los postulados de seguridad, economía y comercio, conectividad, unidad, respeto a la soberanía e integridad territorial y medio ambiente. Se espera que los ocho líderes de la OCS, que también incluyen a los jefes de los estados de Asia Central de Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán, firmen 14 documentos sobre iniciativas que van desde la lucha contra el terrorismo hasta la cooperación digital.
Los miembros de la SCO, en 2022 (SERGEI GUNEYEV/SPUTNIK/AFP/GETTY IMAGES)
También en la agenda, según la oficina de prensa, habrá «una discusión en profundidad sobre las medidas para combatir los desafíos y amenazas contemporáneos» junto con los mecanismos para expandir la OCS, que ha sido testigo de un aumento en el interés en los últimos años a medida que más naciones buscaban fortalecer la cooperación multilateral fuera de los foros tradicionalmente dominados por Estados Unidos y sus aliados.
Sin embargo, a pesar de la creciente membresía del bloque, que ahora representa alrededor del 44% de la población mundial, los miembros y afiliados de la SCO están lejos de estar alineados en sus intereses geopolíticos más amplios. Varios Estados asociados están involucrados en disputas profundamente arraigadas que han suscitado preocupaciones sobre la cohesión y la eficacia del grupo para actuar como colectivo.
En particular, el presidente ruso, Vladimir Putin, quien hizo su primera aparición internacional virtual el martes desde la fallida rebelión del Grupo Wagner a fines del mes pasado, ha promocionado la OCS como una herramienta para blandir perspectivas no occidentales sobre temas como la guerra en Ucrania, un asunto en el que no hay consenso entre los Estados miembros de la OCS.
Y, sin embargo, el papel de Moscú en la creación de la OCS ha sido formativo y la organización ha madurado a medida que se han intensificado los lazos de Rusia con China.
Los orígenes de la OCS se remontan a abril de 1996, cuando China, Kazajstán, Kirguistán, Rusia y Tayikistán formaron los Cinco de Shanghái para resolver las tensiones fronterizas posteriores a la Guerra Fría y mejorar la cooperación económica, militar y de seguridad. Cinco años más tarde, en junio de 2001, estas cinco naciones se unieron a Uzbekistán para establecer la OCS para acelerar estos esfuerzos en un nuevo formato mientras Beijing y Moscú se preparaban para firmar su todavía promocionado Tratado de Amistad bilateral el mes siguiente.
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La OCS continuó desarrollando nuevos mecanismos de cooperación a lo largo de los años y comenzó a atraer un nuevo interés. Los rivales del sur de Asia con armas nucleares, India y Pakistán, firmaron en 2015 y se convirtieron en miembros de pleno derecho en 2017, marcando las últimas adhesiones de este tipo hasta la fecha.
La OCS también reuniría una serie de Estados observadores, incluidos Afganistán, Bielorrusia, Irán y Mongolia, así como una serie de socios de diálogo como Armenia, Azerbaiyán, Camboya, Egipto, Kuwait, Maldivas, Myanmar, Nepal, Qatar, Arabia Saudita. Arabia, Sri Lanka, Turquía y los Emiratos Árabes Unidos.
El intento de Irán de convertirse en el noveno Estado miembro de pleno derecho de la OCS ha ganado especial atención internacional, ya que Teherán buscaba fortalecer las relaciones con Beijing, Moscú y otras potencias regionales frente a una inquebrantable campaña de sanciones de Washington por el programa nuclear de la República Islámica.
La Oficina de Prensa de la Secretaría de la OCS dijo a Newsweek que «los procedimientos para que la República Islámica de Irán se una a la Organización como Estado miembro se finalizarán» en la cumbre de líderes.
“Nos enfrentamos a la importante tarea de involucrar rápidamente a Irán en todos los mecanismos de cooperación”, dijo la oficina de prensa.
La medida se produjo cuando Arabia Saudita aprobó recientemente su propio estatus de socio de diálogo de la OCS a raíz de un acuerdo negociado por China para la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Riad y Teherán en marzo. Tanto Irán como Arabia Saudita también solicitaron unirse a la coalición económica BRICS, que también incluye a China, India y Rusia, así como a Brasil y Sudáfrica.
La Oficina de Prensa de la Secretaría de la OCS dijo que la organización era fundamentalmente «abierta» y que, «en la actualidad, hay 11 países de Asia Occidental que son miembros de la Organización en un formato u otro, y otros países del Medio Oriente han expresado repetidamente su interés en cooperación con la OCS».
Y a medida que Irán se acercaba a la línea de meta en sus aspiraciones de lograr la membresía plena en la OCS, también se esperaba que Bielorrusia, aliado cercano de Rusia en Europa del Este, avanzara por el mismo camino en la reunión.
«También está prevista la firma de un memorando de compromiso de la República de Bielorrusia para convertirse en un Estado miembro de la Organización de Cooperación de Shanghai durante la reunión del HSC», dijo la oficina de prensa. «Minsk ha dado un paso más para unirse a la Organización como estado miembro. Esperamos que todos los procedimientos legales se completen en un futuro próximo».
La progresión de Bielorrusia se produjo cuando la nación se vio cada vez más sumida en la guerra en curso de Rusia en Ucrania. Casi un año y medio después de permitir que las tropas rusas lanzaran un ataque desde territorio bielorruso hacia Ucrania en febrero de 2022, el presidente Alexander Lukashenko desempeñó un papel de mediador para detener un intento de motín armado lanzado a fines del mes pasado por el jefe de la empresa militar privada rusa Wagner Group, Yevgeny Prigozhin, dentro de la propia Rusia.
A pesar de esta lucha geopolítica, la oficina de prensa dijo que la SCO solo se ha vuelto más popular entre las naciones de todos los continentes. Además de Bielorrusia e Irán, otros invitados a la cumbre incluyen a los jefes del Estado observador de la OCS, Mongolia, y al invitado frecuente Turkmenistán, así como a los líderes de las Naciones Unidas, la Comunidad de Estados Independientes (CEI), la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva. (CSTO), la Unión Económica Euroasiática (EEU), la Conferencia sobre Interacción y Medidas de Fomento de la Confianza en Asia (CICA) y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
«El hecho de que la OCS sea ampliamente reconocida por los estados euroasiáticos demuestra una vez más la eficacia de la Organización y su atractivo internacional», dijo la oficina de prensa. «Un número cada vez mayor de países ven a la OCS como un mecanismo viable para la diplomacia multilateral, para el trabajo conjunto sobre desafíos y amenazas comunes para garantizar la seguridad y la estabilidad en la región de la OCS».
Aún así, las opiniones divergentes entre los miembros de la OCS, los estados observadores y los socios del diálogo continúan avivando un grado de escepticismo internacional hacia el futuro del bloque.
Pero la Oficina de Prensa de la Secretaría de la OCS argumentó que el bloque estaba bien preparado para superar estas disputas a fin de trabajar hacia objetivos comunes. La oficina de prensa afirmó que «no hemos desarrollado un mecanismo para resolver desacuerdos y disputas entre los estados miembros» ya que «todos los estados miembros de la OCS siguen los principios del Espíritu de Shanghái, en particular los principios de confianza mutua, beneficio mutuo, igualdad y respeto, lo que ayuda a crear un ambiente favorable para la cooperación».
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Hasta ahora, la primera presidencia de la historia de la India parece apoyar este ideal, ya que el Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores de la OCS en persona celebrado en mayo vio el primer viaje de un alto diplomático paquistaní a la India en 12 años en medio de las persistentes hostilidades fronterizas, junto con la asistencia del ministro de Relaciones Exteriores de China en un momento en que la disputa territorial entre Beijing y Nueva Delhi estaba alimentando tensiones de alto riesgo.
India también ha mantenido una asociación de larga data con Rusia a pesar de la creciente relación de Nueva Delhi con Washington, que ha pedido a los países que aíslen a Moscú por el conflicto en Ucrania. Modi regresó hace menos de dos semanas de una reunión con Biden en Washington, D.C., donde fortaleció los lazos entre Estados Unidos e India y, al mismo tiempo, mantuvo una política de autonomía estratégica que incluía también la construcción de relaciones en Eurasia.
La Oficina de Prensa de la Secretaría de la OCS señaló que la presidencia de la India ha estado marcada por «un período de intensa actividad», que incluye unas 134 reuniones en varios niveles desde septiembre del año pasado.
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«Los Estados miembros de la OCS están comprometidos a hacer de la región de la OCS una región pacífica, sostenible, próspera y armoniosa», dijo la oficina de prensa. “Para lograr este ambicioso objetivo, todos los estados miembros, teniendo en cuenta las peculiaridades y diferencias de cada país, buscan puntos en común y se esfuerzan por entenderse para encontrar un vínculo y crear un espacio de amistad y confianza”.
«Así como hay diferencias y contradicciones entre las personas, también hay diferencias y contradicciones entre los estados miembros», agregó la oficina de prensa. «La regla básica de la familia SCO es no traer contradicciones bilaterales a la organización».
Publicado en cooperación con Newsweek
