María de las Mercedes Bolla Aponte de Murano, conocida como «Yiya», se hizo famosa por envenenar a amigas y familiares, a quienes les debía dinero, con cianuro que colocaba en la taza de té que les servía. Ahora, su hijo decidió vender esa vajilla en una subasta.
Martín Murano explicó que quiere usar el dinero recaudado para ayudar al Refugio De Mili González que alberga y alimenta a alrededor de 50 perros y gatos en la ciudad de Mar del Plata.
«Yo se la había regalado a la madre de una amiga mía», expresó Martín en una charla con TN. Pero, la mujer a las que se las dio, falleció y fue así como la vajilla volvió a su poder. «Mi amiga me dijo ‘te voy a mandar algo que es tuyo'», indicó y agregó que él no le dio demasiada importancia. «Cuando abrí el paquete y vi lo que era, me quería morir», afirmó.
Sobre la decisión de la subasta, aseguró: «Quiero convertir algo macabro, siniestro, en algo bueno» y añadió: «Y es muy paradójico porque Yiya Murano odiaba a los animales». «Si vos querés a los animales podés ser buena o mala persona, pero si no querés a los animales sos una mala persona. El mejor ejemplo de eso es esta señora: Yiya Murano», subrayó.
LA PRIMERA VÍCTIMA
La primera víctima de «Yiya» Murano fue Nilda Gamba. Martín contó que era una vecina de ellos. Un día fue a tomar el té a su casa y luego descompuso. Ante las acusaciones, Yiya hizo hincapié en que «la que siempre preparaba el té, la comida, todo, era Ignacia», la empleada doméstica de la casa.
No obstante, en el momento en que Nilda comenzó a sentirse mal, Yiya decidió hacerle un té con una taza que no era de las que se usaban cotidianamente. Martín aseveró que «al otro día Nilda Gamba murió» y remarcó: «Es macabro. Con una de esas tazas que tengo acá asesinaron a una persona que yo quería más que si fuera mi tía».
