Con el 96,68% de los votos, Sergio Massa se impuso por más de 6 puntos sobre Javier Milei, pero ambos deberán definir quién será el próximo presidente el 19 de noviembre.
Casi a las 23.30, el candidato de Unión por la Patria salió al escenario del búnker justicialista absolutamente solo, lo cual es una innovación para la mística peronista y ofreció un discurso en el que dio el puntapié inicial a la creación de una nueva transversalidad que le permita imponerse en la segunda vuelta y cumplir su promesa de implementar «un gobierno de unidad nacional» a partir del 10 de diciembre.
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Visiblemente emocionado (con lágrimas en los ojos) y con la música del rapero Trueno de fondo, Massa debió esperar algunos minutos antes de empezar a hablar, dado que los militantes lo interrumpían con canciones como «Ponga huevo Sergio Massa, que en noviembre tenemos que ganar» y «Sergio, querido, el pueblo está contigo».
Sin muchas vueltas (más que algunos agradecimientos a los militantes y a los 25 millones de argentinos que fueron a votar), se dedicó extensamente a enumeras valores que puedan ser compartidos por un amplio sector del electorado, empezando por la defensa de la democracia. «Los argentinos abrazan este sistema», enfatizó.
En ese sentido, reconoció que «nuestro país vive una situación compleja, difícil, llena de dificultades», pero, sin embargo, les agradeció a los más de 8 millones de votantes que registró el haber creído que él era «la mejor herramienta para una nueva etapa desde el 10 de diciembre».
«Quiero decirles que muchos de los que nos votaron son los que más están sufriendo. No les voy a fallar como presidente», aseguró.
BUSCANDO ALIANZAS
Luego, comenzó con los mensajes directos: «Quiero hablarles a los argentinos que votaron en blanco, que a lo mejor, con desesperanza o bronca se quedaron en su casa; a los que la eligieron a Myriam (Bregman); a Juan (Schiaretti); quiero hablarles a esos miles de radicales que a lo largo y ancho de la Argentina comparten valores democráticos, educación pública, independencia de poderes y la construcción de los valores institucionales que la Argentina se merece».
Del mismo modo, les habló a «aquellos que eligieron otra opción, pensando en la necesidad de una Argentina en paz, con orden, sobre la base de construcción de valores democráticos, sin incertidumbre, con certezas». «Voy a hacer el mayor de los esfuerzos a lo largo de los próximos 30 días para ganarme su confianza», prometió.
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Para ellos, envió un mensaje transversal: «Mi compromiso es construir más Argentina y más argentinidad, y no menos; más orden, más seguridad, y no improvisación; construir reglas claras ante la incertidumbre; construir una patria en la que nuestros hijos pueden ir a la escuela con una compu en la mochila y no un arma».
«Voy a convocar a un gobierno de unidad nacional como presidente. Pero construido sobre la base de convocar a los mejores, sin importar la fuerza política y no acuerdos partidocráticos. Una nueva etapa institucional en la argentina. Es importante establecer pilares de política de Estado. Construir una industria argentina fuerte, frente a los que quieren abrir indiscriminadamente las importaciones; convocar a aquellos que quieren más y mejor educación publica gratuita y de calidad», aseveró, y añadió; «Quiero también un régimen laboral moderno, que abrace la tecnología sin renunciar a derechos conquistados por trabajadores».
Por otra parte, indicó que quiere encabezar un gobierno con desarrollo federal, para lo cual prometió más dinero de coparticipación para las provincias, si gana en noviembre, además de fortalecer la moneda nacional. «La Argentina que viene es la del abrazo del campo y la industria, de los empresarios y los trabajadores.
Asimismo, en uno de los puntos más relevantes de su discurso, aseguró: «La grieta se murió», y aseveró que su objetivo es poner punto final a la idea de la destrucción del otro desde el 10 de diciembre. «No soy de los que les gusta insultar o destruir al otro, creo en el diálogo y los consensos. Así me moví toda la vida y así me voy a mover desde el 10 de diciembre. Este no es un país de mierda, es un gran país y lo vamos a poner en el lugar que se merece», resaltó.
¿En qué contexto global asumirá el próximo presidente argentino?
También buscó diferenciarse de Javier Milei en relación al escenario internacional. Contó que a lo largo del día recibió mensajes de líderes internacionales interesados por esta elección, y que, según lo afirmó, «somos garantes de estabilidad y seguridad en las relaciones con el mundo; somos garantía de seriedad a la hora de establecer relaciones».
«Voy a ser un presidente que va a honrar nuestra Constitución», exclamó, pero también le explicó a la militancia que la sociedad «no le dio un cheque en blanco». «Eso me obliga a trabajar el doble para convencerlos», agregó.
Finalmente, Massa prometió ser «el presidente del trabajo y la seguridad» y luego hizo pasar al escenario a su familia y a su candidato a vicepresidente, Agustín Rossi (también con su familia). Y concluyó: «Lo mejor que tenemos es nuestra familia, es el lugar donde compartimos sueños, esperanzas, temores, frustraciones. Les pedí a ellos que me acompañen porque la Argentina es una gran familia que necesita alguien que trabaje 24×7 protegiéndola. Todavía quedan 30 días para definir si queremos un país que abrace a todos o el del sálvese quien pueda. Yo voy a abrazar a cada argentino».