El principal diplomático de Rusia ha caracterizado a Estados Unidos como «profundamente dividido» tras las polémicas elecciones presidenciales de la semana pasada, pero dijo que espera que el presidente electo Joe Biden cambie poco en la estrategia de la Casa Blanca en Moscú.
Rusia está estrechamente ligada a la carrera política del presidente Donald Trump, ya que se entrometió en las elecciones presidenciales de 2016 para socavar a su oponente Hillary Clinton. Las acusaciones de colusión entre la campaña de Trump y el Kremlin se ciernen sobre el tiempo de Trump en el cargo, magnificadas por la aparente afinidad personal del presidente con el presidente Vladimir Putin.
Rusia está estrechamente ligada a la carrera política del presidente Donald Trump.
Biden ha caracterizado a Rusia como la mayor amenaza internacional para Estados Unidos y ha reprendido repetidamente a Trump por ser demasiado blando con Putin. Biden y su equipo de política exterior están listos para revitalizar los lazos con los aliados europeos de Estados Unidos luego de cuatro años de tensa diplomacia trumpiana, que según los observadores jugó en las manos de Putin.
Según la agencia de noticias Tass respaldada por el estado de Rusia, el ministro de Relaciones Exteriores Sergei Lavrov dijo el jueves: «En cuanto a la vía rusa, francamente hablando, nuestros científicos políticos (y estoy de acuerdo con ellos en general) no esperan ningún cambio revolucionario» en la política estadounidense hacia Rusia. Aún así, agregó: «No es muy buena idea hacer pronósticos en esta etapa».
Lavrov agregó que Estados Unidos «está profundamente dividido», y señaló: «Será lamentable si intentan unir a Estados Unidos como nación sobre una base antirusa … Ya veremos». Los diplomáticos rusos afirman regularmente que la rusofobia es el motivo detrás de la presión estadounidense y occidental sobre Moscú.
Biden ha caracterizado a Rusia como la mayor amenaza internacional para Estados Unidos y ha reprendido repetidamente a Trump por ser demasiado blando con Putin.
Trump ha sido amable con Putin, pero su administración no ha estado del todo de acuerdo con la política exterior de Rusia. La administración de Trump ha impuesto nuevas sanciones a Moscú; presionó a Berlín sobre su proyecto de gasoducto ruso Nord Stream 2; se negó a ampliar los acuerdos bilaterales de control de armas con el Kremlin; y rechazó la influencia rusa y los aliados en Siria.
A pesar de todas sus críticas a la OTAN, Trump también ha ampliado el apoyo estadounidense a la alianza y ha presionado a los aliados para que hagan lo mismo. La administración también aumentó el apoyo estadounidense al gobierno ucraniano, que sigue en guerra con los separatistas respaldados por Rusia en el este del país, aunque esto se enredó en el juicio político de Trump.
Trump ha sido amable con Putin, pero su administración no ha estado del todo de acuerdo con la política exterior de Rusia.
Es probable que la administración de Biden siga adelante en todos estos frentes, quizás con la excepción del control de armas nucleares. Su administración también buscará castigar a Rusia por operaciones encubiertas en el extranjero y contener los esfuerzos de Moscú para desplazar la influencia estadounidense en el Medio Oriente y Europa.
Putin aún tiene que felicitar a Biden por su victoria electoral. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo a los medios esta semana que Putin no lo hará hasta que se hayan resuelto todos los desafíos legales contra su victoria.
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