Rabbi Simon Jacobson, el rabino con el que Javier Milei se reunió en Nueva York, contó cómo fue que conoció al presidente electo.
En una charla con Cristina Pérez en Radio Rivadavia, explicó: «Lo conocí por primera vez en septiembre cuando Javier Milei viajó a Nueva York y algunos conocidos me dijeron que sería bueno que yo lo conociera» y agregó: «En ese momento, era un candidato que estaba peleando por la presidencia, pero desde muy abajo».
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«Nos encontramos en Brooklyn en una oficina en la que yo vivo y le firmé mi libro en español, ‘Hacia una vida con sentido'», indicó y añadió: «Le conte sobre mi rol que consiste en memorizar horas y horas de textos sagrados para enseñar los preceptos de este gran maestro». Ante esto, señaló que «Milei quedó muy sorprendido por mi capacidad de memorizar, había chispitas en sus ojos».
Sobre el nuevo mandatario, si bien admitió que quedó «skockeado» de que haya ganado las elecciones, afirmó que «no es solo un líder político sino también espiritual».
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Sobre este punto, desarrolló: «Creo que cuando se trata de líderes de países, por supuesto que está la política, la campaña, pero siempre hay un misterio que los hace ganar» y marcó: «Creo que en este extraño tiempo en el que vivimos, con lo que pasa en Ucrania, Israel y Gaza, tener una persona que es un outsider de la política, creo que es muy fuerte, que hay una misteriosa coreografía».
«Tenemos líderes en el mundo, pero nadie los está mirando porque hay una bancarrota de líderes», indicó y subrayó: «Por eso, le dije a Milei que tenía la oportunidad no solo de ayudar a los argentinos con sus problemas sino de brindarles una visión espiritual, que podía cambiar el mundo».
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Acerca de cómo esa ayuda podría llevarse a cabo, primero hizo hincapié en que «hoy con la tecnología ningún país queda aislado, todos estamos conectados» y después recalcó que «en Estados Unidos están mirando lo que dice Milei» por lo que «creo que va a obtener la atención de cada país en el mundo».
En ese sentido, aseguró que «cuando un líder puede elevar el espirítu de su gente y generar confianza es como ponerle una curita a una herida y así seguir adelante».
Al describir a Milei, lo definió como «alguien muy humano, de fuerte corazón y muy apegado a su alma», lo cual «no es muy común en los políticos».
