Mariel Fornoni, directora de la consultora Management & Fit, analizó el primer discurso presidencial de Javier Milei: aseguró que se trataba de “la primera batalla” que el mandatario debía enfrentar y que el flamante presidente “la ganó”.
“Me pareció un muy buen discurso; la escenificación estuvo muy bien. En todo el trayecto se vio mucha gente -gente muy fervorosa, además-, con ánimos en pos de una Argentina mejor. Me parece que con todo eso ganó la primera batalla. El discurso fue muy realista, y puso negro sobre blanco la realidad actual y el futuro inmediato, diciendo que de alguna manera prefería decir ‘una verdad dolorosa antes que una mentira confortable’. Me parece que con eso ganó”, sostuvo.
Para la analista y consultora, el discurso de asunción es clave en la generación de un valor central para la gobernabilidad, sobre todo en los primeros meses: la confianza. “Cuando generás confianza, generás tiempo”, resaltó.
De todos modos, Fornoni señaló que, a pesar de que el discurso estuvo signado por el detalle descarnado de la cruda realidad, también hubo lugar para “lo mágico”.
“Siempre, de todas maneras, apelando a la magia que todos los argentinos queremos en algún punto. Apeló a las famosas ‘fuerzas del cielo’. Pero me parece que fue muy claro, muy concreto, hablando de la herencia, de lo que hoy hereda y de lo que dejaron armado para los próximos meses que vienen, pero siempre marcando una luz al final del túnel, de un camino que va a ser duro y doloroso para todos”, aseveró.
Siguiendo esa línea analítica, Fornoni insistió en calificar al discurso de Milei como “muy concreto, muy realista, muy sencillo, con una buena escenificación, sin dejar lugar a grises”.
Sin embargo, finalmente, aseguró que el lunes 11 comienza el desafío de plasmar todas esas promesas y de ejercer el poder llevando adelante esas medidas duras para la población.
“Después está por verse qué es lo que pasa cuando estas cuestiones se vivan en la tierra, cuando pasemos de ‘la teoría del ajuste’ a ‘la realidad del ajuste’”, planteó.
Y concluyó: “Hay que ver cuánto es ese tiempo y cuánto la gente está dispuesta a soportar. Eso no lo sabe nadie, pero me parece que, si te tuviera que resumir mi visión sobre este acto de asunción, la primera batalla, que era la de hoy, la ganó”.
