La Iglesia católica anunció que culminó el proceso para renunciar a las asignaciones de arzobispos, obispos diocesanos y obispos auxiliares, por lo que dejarán de recibir dinero por parte del Estado.
A través de un comunicado, la Conferencia Episcopal Argentina señaló que “conforme a lo establecido en Asamblea Plenaria e informado a la Secretaría de Culto” esta medida culminó en el último día hábil de diciembre de 2023.
La Iglesia calificó como «insultos irreproducibles y falsedades» los dichos de Milei contra el Papa
De esta forma, los integrantes de la Iglesia católica resignaron la asignación mensual que recibían gracias a la Ley 21.950, que entró en vigencia durante la última dictadura.
La normativa establece que los arzobispos y obispos “gozarán de una asignación mensual equivalente al 80% de la remuneración fijada para el cargo de Juez Nacional de Primera Instancia”, mientras que los obispos auxiliares reciben el equivalente al 70%”.
Sin embargo, en 2018 la Conferencia Episcopal Argentina decidió “renunciar progresivamente a los fondos estatales” y buscar “nuevas alternativas en el sostenimiento del culto católico”.
Además, señalaron que en 2020 los obispos “presentaron el Programa de Financiamiento Eclesial (FE), destinado al desarrollo de la consecución de donantes y fondos para solventar las tareas pastorales en el país”.
Por otro lado, afirmaron una resolución del Ministerio de Relaciones Exteriores firmada en abril de 2023 “dio lugar a que los arzobispos y obispos que hayan cesado en sus cargos por razones de edad o de invalidez puedan solicitar de manera particular, con una serie de requisitos, recibir el beneficio de la asignación prevista en la ley. El monto actual de la asignación es de $98.000”.