Por Brendan Cole, de Newsweek
El Ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, defendió la conducción de la guerra de su país contra Hamas, que dijo sería larga porque «estamos luchando contra un eje, no contra un solo enemigo».
Los comentarios de Gallant en una entrevista con The Wall Street Journal se producen mientras el grupo de ayuda Comité Internacional de Rescate (IRC) le confió a Newsweek sus temores por los pacientes y el personal del Hospital Al-Aqsa, el único centro médico en funcionamiento en el Área Media de Gaza, donde los combates entre Israel y Hamás se está acercando.
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Gallant dijo que la escala de los ataques de Hamás el 7 de octubre, en los que más de 1.200 personas murieron y más de 200 fueron tomadas como rehenes, algunos de los cuales todavía están en cautiverio, justificaron la respuesta de Israel. Israel ha sido condenado internacionalmente por su posterior bombardeo e invasión de Gaza que ha provocado la muerte de más de 22.000 personas, según Associated Press, citando a las autoridades del territorio dirigido por Hamás.
«El 7 de octubre fue el día más sangriento para el pueblo judío desde 1945″, dijo Gallant, quien junto con el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y el líder del partido Unidad Nacional, Benny Gantz, forma parte del gabinete de guerra de Israel. El mundo necesita entender que esto es diferente», aseguró, señalando la necesidad de disuadir a los adversarios aliados de Irán, que respalda a Hamás.
Dijo que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) estaban cerca de la siguiente fase en el norte, incluida la ciudad de Gaza, donde las tropas han establecido en gran medida el control en la superficie y están tratando de destruir los túneles subterráneos que, según dicen, son utilizados por Hamás.
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Gallant dijo que la frontera norte de Israel con el Líbano, donde se han desplegado tropas israelíes para contrarrestar la amenaza de Hezbolá, era un área de preocupación.
El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, advirtió sobre una respuesta a un presunto ataque israelí que mató al líder de Hamás, Salah al-Arouri, en Beirut, mientras Israel pide que las fuerzas de Hezbolá sean retiradas de las zonas fronterizas en el Líbano.
«La prioridad no es entrar en una guerra» con Hezbolá, dijo Gallant, pero «estamos dispuestos a sacrificarnos… ellos saben que podemos copiar y pegar en Beirut».
«Irán está acumulando poder militar alrededor de Israel para poder utilizarlo», dijo. «Estamos luchando contra un eje, no contra un solo enemigo».
El IRC dijo que estaba «profundamente consternado» por haber tenido que retirar su Equipo Médico de Emergencia (EMT) del Hospital Al-Aqsa debido al riesgo que plantean los combates entre las fuerzas israelíes y los militantes palestinos. Dadas las recientes muertes entre el personal médico en Gaza, el equipo no puede regresar.
El IRC dijo que se debe respetar la protección que tienen los hospitales, el personal médico y los civiles según el derecho internacional y que el desmantelamiento de los servicios de salud en el norte de Gaza no debe repetirse en el centro y sur del territorio.
En una declaración enviada por correo electrónico a Newsweek, Nick Maynard, cirujano y líder clínico del EMT, dijo que el número de personas heridas en los últimos días «ha sido horrible, y con una enorme reducción en el número de personal capaz de acudir al hospital hay aún menos capacidad para tratarlos».
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«Es evidente que hay pacientes que están muriendo en el departamento de urgencias y que podrían salvarse si hubiera suficiente personal», añadió Maynard.
James Smith, especialista en emergencias médicas del EMT, dijo: «Tememos por la seguridad inmediata de las personas en el área, el personal palestino con el que hemos trabajado, los cientos de pacientes en el hospital y los miles de personas desplazadas en el hospital. complejo y campamentos cercanos».
Esto se produce mientras el secretario de Estado, Antony Blinken, se reunió con líderes jordanos y qataríes el domingo en un nuevo impulso regional que incluye un viaje a Israel para tratar de detener la propagación de la guerra en Gaza. A las tensiones regionales se suman los crecientes ataques de los hutíes de Yemen, respaldados por Irán, contra el transporte marítimo comercial en el Mar Rojo, y los ataques de grupos vinculados a Teherán contra bases estadounidenses en Irak.
Publicado en cooperación con Newsweek
