Los jóvenes reunidos en la primera cumbre por el clima de la ONU aseguraron que no se detendrán hasta que los gobernantes adopten acciones concretas para frenar el calentamiento global.
“Mostramos que estamos unidos y que los jóvenes somos imparables”, dijo al inaugurar la cumbre juvenil Greta Thunberg, la activista ecologista sueca de 16 años cuyas huelgas los viernes frente al parlamento bajo el lema “Viernes por el Futuro” se tornaron mundiales.
Más de 500 jóvenes activistas de varios países fueron invitados por las Naciones Unidas para participar en esta inédita cita antes de la llegada a Nueva York de los líderes mundiales para una cumbre sobre el clima y la Asamblea General. Pero fue el feroz discurso del argentino Bruno Rodríguez, de 19 años, sentado junto a Thunberg y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, el que mejor expresó la indignación sentida por gran parte de la juventud mundial.
“La crisis política de nuestros tiempos”
“La crisis del clima y ecológica es la crisis política de nuestros tiempos, la crisis económica de nuestros tiempos, y la crisis cultural de nuestros tiempos”, alertó el fundador de la organización Jóvenes por el Clima Argentina, que organiza en su país las huelgas estudiantiles de los viernes.
“Muchas veces escuchamos que nuestra generación deberá resolver los problemas creados por los gobernantes actuales, pero no esperaremos pasivamente. Llegó la hora de que seamos los líderes”, dijo. “¡Ya basta! ¡No queremos más energías fósiles!”. El viernes, unos cuatro millones de jóvenes tomaron las calles de más de 5,000 pueblos y ciudades de 163 países del planeta, según organizadores, para participar en la mayor protesta de la historia para luchar contra el cambio climático.
“Durante tanto tiempo ustedes han pedido un lugar en la mesa de quienes toman decisiones”, dijo a los jóvenes líderes Jayathma Wickramanayake, enviada para la juventud del secretario general de la ONU, vestida con jeans y una camiseta que leía “No hay planeta B”. “¡Hoy los líderes piden una silla en su mesa!”.
La joven Kamal Karishma Kumar, de Fiji, dijo que para las islas del Pacífico de donde proviene luchar contra el cambio climático “es una cuestión de supervivencia”, “de blanco o negro”.
“No queremos que las generaciones del futuro se hundan con nuestras islas”, afirmó.
En nombre de los 625 millones de jóvenes africanos, la keniata Wanjuhi Njoroge recordó que los países de África son los que menos emiten gases de efecto invernadero pero los que más sufren las consecuencias del calentamiento global. Pidió sobre todo apoyo financiero “para trabajar en la mitigación del cambio climático y la adaptación”.